"Mi Destino es Desaparecer"

CAPÍTULO XXXVI

La verdad, siempre debe ser sincera para que algo nuevo llegue. Tenía miedo pero sólo era por lo que vendría a mi. Al volver a ser humana recordé cuanto era el esfuerzo, de trabajar unidos, fortaleciendo cada día nuestras diferencias para convertirlas en fortalezas.

Valka me pidió que me quedara cerca de su tienda, así podría yo sentirme cómoda; la ayudé a construir su nuevo hogar, al igual que Bocón su nuevo taller. Pasaron algunos días, Hipo cumplió su palabra de no decir aún nada de mi hechizo, lo cual me dió el tiempo suficiente para contarle todo lo que me había ocurrido, también le hable acerca de mi aventura en el Mundo Oculto; comencé a compartir momentos con los demás de la pandilla, excepto con Astrid; por alguna extraña razón nunca nos cruzábamos, yo pensaba que tal vez estaría molesta por algo o incómoda. Todo marchaba bien en el Nuevo Berk, me divertía pasando el tiempo con Bocón, Eret y Valka; además de que aprendí más cosas de ellos.

Después de haber terminado con la construcción de la casa de Valka, me dijo que podía quedarme bajo su techo, cuando acepté me dispuse a seguir contribuyendo con la construcción del Nuevo Berk.

-Lena duerme y alguien cubre su boca

Lena: (asustada) mmmm

Hipo: Shhhhh, ven

Lena: (en voz baja) Hipo, que susto me diste

Hipo: Me la debías

-Lena sigue a Hipo hasta la cima de una pequeña montaña

Lena: Sabes muy bien que está algo oscuro, ¿Verdad?

Hipo: Sígueme y no te arrepentirás

Lena: ¿Qué es lo que...?

-Lena e Hipo miran como comienza a amanecer

Hipo: Esto era lo que te quería mostrar

Lena: Es hermoso

Hipo: ¿Recuerdas cuando éramos pequeños, y siempre veíamos ya sea el amanecer o atardecer?

Lena: Si, creíamos que si impedíamos que el sol se fuera; ya no habría dragones que destruyeran las casas

Hipo: Fueron momentos de aventuras

Lena: Y como olvidar tu valentía al querer darles con piedras, jajaja, recuerdo que una vez lo intentaste, para demostrar tu coraje y terminaste golpeando a un Vikingo, que después quedó con un chipote gigante en su cabeza

Hipo: Si, si, creo que ya te reíste lo suficiente; ah, pero no fueras tú ¿qué si no?

Lena: Yo Nunca intentaba algo torpe, para eso estabas tú, jajajaja

Hipo: Y siempre te hacía caso

Lena: jajaja, si, ese fue tu gran error

-Ambos se sientan en el pasto

Lena: porqué siento que no es la única razón, por la cual me trajiste

Hipo: Parece que siempre estás un paso adelante de mi; la verdad, es que necesito de tu ayuda

Lena: Dime, sabes que puedo con lo que sea

Hipo: Es que quiero pedirle matrimonio a Astrid

Lena: Un momento... ¿no se supone que ya son prometidos?

Hipo: De cierto modo, pero siento que no se lo he propuesto debidamente; por eso necesito de tu consejo para saber que puedo hacer

Lena: Pues...Astrid es una chica ruda, la verdad no la conozco lo suficiente para saber si es romántica

Hipo: Si lo es

Lena: Vaya, entonces si ha cambiado demasiado, me sorprende lo que me dices

Hipo: yo también me sorprendí al saberlo

Lena: Ambos han estado juntos todos estos años, por lo que simplemente llévala a algún lugar hermoso y dicelo

Hipo: Ese es el problema, tengo miedo; ¿que tal si me dice que no estamos listos? o ¿que ha cambiado de opinión?

Lena: Ustedes los hombres no saben ser directos; (suspira) Tú la amas, eso es lo que debe importarte; cuando tú amas a alguien lo demás desaparece, no tienes miedo ni te importa sentirlo, "el amar es un riesgo que todos debemos enfrentar, si no lo hacemos entonces el vivir no tiene ningún sentido". "Incluso si tenemos todas las fortalezas de este mundo, y vivimos sin amor nada somos"

Hipo: (suspira) Agradezco tu sinceridad, además tienes razón, creo que ya es tiempo de olvidar todo tipo de miedo y aprender a lanzarse, gracias (la abraza y se va)

Lena: Tanto tú como yo ya hemos soltado

-Lena se dirige con Bocón a su taller

Bocón: Hola, veo que ya estás despierta a estas horas del día

Lena: Que te puedo decir, el trabajo de un Vikingo nunca termina; además quería saber si el favor que te pedí, de casualidad ¿ya está?

Bocón: Pues claro, yo jamás dejó para después un favor

-Bocón saca una espada y una daga, con decorados de dragones en sus hojas

Bocón:  Las reforcé como me lo pediste y también las afilé, Créeme hace mucho tiempo que no veía espadas de ese tipo; recuerdo que la última vez que toqué un arma de esa clase, fue cuando tú Padre seguía entre nosotros

Lena: Él me la obsequió, pero su espada se quebró en el instante que dejó este mundo; por eso se convirtió en mi daga

Bocón: Él estaría muy orgulloso de la mujer en la cual te has convertido

Lena: Gracias (Envaina su espada y su daga), bueno tengo que ayudar a los demás cerca del gran salón, prometí seguir esculpiendo la gran estatua de "Estoico el Vasto"

Bocón: Me parece formidable, pero ¿no sería mejor que dejaras tus armas aquí, y regresarás después?

Lena: oh, es cierto, es la costumbre, jejeje (pone sus armas en una caja), ¡ah! No olvides que hoy debes cocinar para la cena de esta noche

Bocón: Como olvidarlo, si nadie le gana a mis albóndigas, jejeje