Epílogo

661 60 4
                                    


—¿Estás listo?—Le preguntó Carla, a lo cual Andrew se vio en el espejo, se quería quitar el traje porque le molestaba mucho, su cuello le molestaba mucho, pero eso no quita el hecho de que no se vea bien.

—Tengo miedo—Carla enarco una ceja, se acercó a él y le terminó de acomodar bien la corbata.

—Has esperado mucho para esto, no te vayas a echar para atrás a última hora—ella lo tomó de los hombros y lo miró a los ojos fijamente, para darle un poco más de seguridad—. Estás muy guapo, a él le gustará, no te preocupes tanto.

Andrew tomó algo de aire, trató de alejar un poco ese miedo irracional que lo estaba atormentando y se volvió a ver en el espejo, terminó de arreglar el cabello.

—Andrew, Carla, tenemos que irnos—les dijo Camero entrando en el cuarto.

—Ya bajamos.

Los nervios le estaban comenzando a carcomer la cabeza, se siente bastante asustado, no todos los días se da un paso tan grande como este. Él no quería pensar en miles de ideas y mucho menos quería escuchar esas voces incesantes, las cuales provocan un miedo y una gran inseguridad innecesaria, él tenía que alejar todo eso de sí mismo, ya que hoy es un día importante.

El tráfico se puso mucho más mierda de lo común, se tardaron más o menos diez minutos más en llegar al lugar donde sería la ceremonia, los muchachos me veían mucho más nervioso que Andrew y esto le provocaba algo de gracia.

—No quiero que mires hacia atrás, ahora solo tienes que ver hacia adelante, ya que por esa puerta se encuentra tu felicidad, así que tómala y no la dejes ir—asintió bastante motivado..

—Vamos—tomó aire, para tratar de relajarse un poco y no entrar en pánico.

Se preparo para entrar, volvio a acomodar su traje una vez más y entro al lugar con bastante nerviosismo, sus amigos, algunos familiares, todas las personas importantes para él se encontraban reunido en su gran día, Andrew tenía ganas de vomita, su estómago se encuentra demasiado revuelto por todo los nervios que tiene y más cuando lo vio parado allí, frente del juez, con un bonito traje negro, su cabello bien acomodado. Tiene un brillo especial en sus ojos y eso le revolvía mucho más la barriga.

—Tu tranquilo, todo saldrá bien— se animó a sí mismo y caminó directo hacia Joon, el cual lo está esperando impaciente.

Al llegar, se colocó al lado de él, Joon tomó su mano con bastante suavidad y Andrew se le colocaron sus mejillas algo rojas.

—¿Listo para nuestra nueva vida?—No sabía si estaba listo o no, pero quería tomar el riesgo. No había llegado tan lejos para solo rendirse y ya.

—Si. La espera acabó...

El juez inició la ceremonia, cada palabra, hacía ver lo lejos que había llegado cada uno de los dos, pasaron por un mal inicio, por tantos desafíos, me sentí tan mal y luego me sentí también, para luego todo volverse a oscurecer. Pero ahora veo la luz en un túnel oscuro, toda mi vida fue una mierda hasta este momento.

—Pueden decir sus votos—tomó bastante aire, las manos le comenzaron a temblar..

—Yo, Andrew, te acepto a ti, Hyun Joon, como mi esposo, mi amigo mi compañero, prometo serte fiel, acompañarte en la próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, y amarte y respetarte, todos los días de mi vida, hasta que la muerte nos separe.

—Proceda.

—Yo, Hyun Joon, te acepto a ti, Andrew, como mi esposo, mi amigo mi compañero, prometo serte fiel, acompañarte en la próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, y amarte y respetarte, todos los días de mi vida, hasta que la muerte nos separe.

—Yo los declaro, Esposo y esposo. Hyun Joon, puede besar a Andrew—Hyun joon, se acercó a Andrew tímidamente y le dio un pequeño beso en los labios, sellando así, un amor que empezó mal y por cuestiones del destino terminaron los dos juntos.



+



Después de tanto tiempo, comprendí que la vida no es tan mierda como parece, que a veces a uno le tiene que suceder cosas malas, para poder entender qué tan importante es valor lo que uno tiene.

Entendí que a pesar de que mis padres son una mierda, yo pude escoger no serlo, simplemente podía haber hecho de mí una mierda, pero no fue así, salí de donde estaba arrastrándome, pude conseguir cosas que jamás pensé tener y aunque me costó, la felicidad llegó de una manera tan extraña, que ahora que la tengo en mis manos no la puedo dejar ir.

En estos momentos estoy tan feliz, que parezco como si estuviera en un sueño.




Nota Final: Terminada por los momentos.

Tal vez... No sea tan malo estar contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora