Nuestro buen amigo Evan, estaba al tanto de la situación en su hogar, trataba de no pensar a menudo en eso, aún así, cada que llegaba la noche, ese era el pensamiento que lo mantenía despierto, era eso lo que aún después de años, se daba cuenta como crecía esa presión en su pecho, como se sentía ese sentimiento de impotencia, de saber que era mas que capaz de ayudar a su familia, poder darles un sustento mas, que mas podría pensar un chico que sabía que incluso antes de nacer las cosas no eran color de rosa, retomando el pasado de Evan...o bueno, mas allá de su pasado, por historias de su madre y sus hermanos, el sabía que antes de su nacimiento, las cosas iban de maravilla, auto, seguro médico, viajes, vacaciones, la alacena llena, recordó que incluso mamá le había dicho que a veces regalaban la comida por miedo a que se echara a perder por que tenían mucha...entonces Evan pensó, cuando fue la última vez que el miró la alacena llena, y la respuesta fue, nunca, solo había lo básico, lo esencial, no cosas de lujo o el cereal que le gustaba por que según papá, era muy caro, así que si había cereal, era un cereal sencillo y barato, a veces ese sentimiento de angustia sufría leves cambios, podía ser tristeza y culpa.
Cuando mas pequeño, Evan se atrevió a preguntar a su madre, como fue cuando ella lo esperaba, creo que la mayoría recibe respuestas de que estaban todos ansiosos por conocerlos, que estaban mas que listos y contaban los días, mamá y papá felices y muy entusiasmados esperando a saber si sería niño o niña...cuando Evan se encontraba dentro de su mamá, su padre se molestó, pues el ya no quería tener otro hijo, incluso negó que era suyo, no le habló a la mamá de Evan por casi 7 meses, cuando se esperaba aEvan, no tenía trabajo su padre, quizá por eso no lo quería, al menos esa excusa se daba entre lágrimas durante las noches, pues el solía culparse por haber nacido, quizá si no hubiera llegado las cosas estarían mejor, menos tensas, tal vez no habrían gastos extras, comprar zapatos, ropa, comida extra, ir al doctor cuando enfermaba, mientras estaba en cama por las noches, los escuchaba hablar sobre el próximo mes, que vendrían a cortar el agua, el gas, la luz, eso no dejaba dormir a nuestro buen amigo, el tenía muy presente aquella noche de septiembre.
-Ya lo se, ya se que no he pagado-dijo papá mientras sus manos recorrían su cabeza de manera desesperada.
-¿y entonces?, ¿que nos corten la luz?-mamá estaba molesta-se supone que ya la habías pagado, me dijiste-lo miraba fijo
-Pues no, tuve que pagar la casa, además después se atravesó lo de los zapatos y el uniforme del niño-se sentó en el sofá mientras recargaba su cabeza en su mano.
-pues, algo hay que hacer, ya no tenemos ni para comer-respondió mamá quien parecía estar a nada de llorar.
Evan se acercó con miedo pues por el tono pensaba que estaban molestos con el, así que se acercó y le dio su alcancía a su padre, mientras le decía que le daba su dinero para pagarle los zapatos, tal vez desde pequeño, trataba de ayudar a sus padres sin saberlo, algunas noches eran peores, solo escuchaba las discusiones o preguntas de "¿que hacemos?" , pero aún así, no lo dejaban ayudar, no fue hasta terminar la preparatoria que se le brindó esta oportunidad, pero por una razón solamente.
Un tiempo antes de que llegáramos a los eventos ya narrados anteriormente, la abuela de nuestro chico con mala suerte había enfermado, ella tenía problemas para regular su glucosa, diabetes, que nunca se controló, por lo tanto, empezó a cobrar factura, sin mencionar la hipertensión, se venían mas gastos, mas problemas, pero que hacían, durante su final en la preparatoria, miraba a sus amigos mas que felices por comenzar la universidad, hablaban de eso todo el semestre, pero Evan sabía que no podía cargarles eso a sus padres, al menos no aún, por lo que el les mintió, dijo "mi carrera es muy demandante, siempre me he esforzado por tener buenas notas, quiero tomarme 6 meses sabáticos" trataron de oponerse pero aceptaron demasiado rápido, no entendía muy bien el por que pues, siempre les hablaba de la carrera que el iba a elegir, pero lo entendió cuando se quedó sin fotos de graduación y sin ir a su fiesta de graduación, no había dinero ni para pagar las fotos o el boleto a la graduación, ¿irónico no?, partirte el lomo para alcanzar buenas notas, hacer todos los trabajos y entregarlos en forma y hora y no, poder disfrutar de tu propia fiesta, mientras revisaba su Facebook miraba a sus compañeros con sus togas y birretes, formados para la foto de generación, o con sus trajes y a sus amigas con sus vestidos, esa sensación de presión regresaba a su pecho, mientras el imaginaba como hubiera pasado esa noche si hubiera ido, se imaginó con su camisa negra, una corbata y su pantalón de vestir, el no sabía bailar, pero aún así se imaginó haciéndolo.
Las cosas solo se ponían peor mientras los días pasaban, su abuela no mejoraba, su abuelo ya no le alcanzaba para los gastos hospitalarios, así que se decidió que, por parte del padre de Evan se sacaría un préstamo, fue una gran cantidad de dinero, se esperaba terminarlo a 3 años, con eso lograron estabilizar un poco las cosas, Evan buscaba trabajo, pero no lo aceptaban en ninguna parte, por lo que le dijeron que estaba bien, que "no había necesidad" pero cuando venía su hermano de visita era lo mismo.
-¿Y por qué no buscas trabajo cuerpo de oquis?-
-Es lo que le digo, en lugar de estar aquí en la casa- decía su madre...lo cual confundía a Evan pues, era ella y su padre quien le decían que no había necesidad para que buscara trabajo.
pasado...un año y no los 6 meses Evan logró su sueño, con lo que soñaba desde pequeño, entrar a la escuela de Medicina, estaba muy feliz, tan feliz que cuando trató de contárselo a su mamá, terminó cayendo y lastimándose el pie, era lo mas feliz, ver la carta de admisión y mirar la leyenda
"Por medio de la presente, se le informa a Evan Melendez que ha sido aceptado en la licenciatura de Médico Cirujano"
Evan, sentía como sus mejillas se mojaban por la presencia de sus lágrimas, por una vez, dejó de lado ese sentimiento oscuro que en las noches lo llenaba de miedo, esa inseguridad, ahora era felicidad, quería gritarlo, su abuela lo miraba y le decía que estaba muy orgullosa, su mamá lo felicitó y llorando lo abrazó, lo se, suena muy emotivo, tal vez lo sea, pues un año atrás el solo felicitaba a sus compañeros y amigos, quienes habían logrado entrar a la universidad, el no les había dicho su decisión de esperar o el motivo, el único que lo sabía era Joe, por eso los demás le preguntaban sobre su resultado y el pobre a veces no sabía si decir la verdad o mejor inventar una excusa...generalmente usaba la excusa.
Las cosas parecían pintar mejor para Evan, quizá esta era la oportunidad que llegaría a su vida para mejorarla, es lo que en su mente le hacía ruido, aquella sensación de esperanza, una tenue luz que poco a poco, parecía abrirse paso en aquella oscuridad que desde niño lo aqueja, Pobre de nuestro Evan, aún no venía la peor parte.
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sueños de papel
Novela JuvenilEvan, un chico sencillo, de metas claras, sueños gigantes pero con los bolsillos vacíos y con mas cargas que destinos, nada lo iba a detener de lograr sus metas, pero jamás pensó que los golpes de la vida eran los mejores en quitarte las esperanzas...