Después de la perdida de Lori, Rick se prometió a si mismo nunca volver a sentir algo por alguien mas, no quería volver a sentir aquel vacío, aquel dolor y volverse loco nuevamente.
Pero todo eso cambia después de conocer a Amaia Davis, esa mujer ca...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
───── 𝐬𝐮𝐫𝐯𝐢𝐯𝐞 ─────
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El invierno fue duro para las tres, pasamos por muchas cosas y fue difícil encontrar ropa para las tres suficientemente abrigada para pasar el invierno sin resfriados.
Pero lamentablemente no fue así.
Andrea termino enfermando, me preocupaba demasiado pues estaba débil, así que decidimos quedarnos en una carnicería en lo que Andrea se recuperaba, en cuanto llegamos Michonne salió por algunas medicinas mientras yo me quedaba cuidando de Andrea.
—Necesito luz— Dijo con su voz ronca y débil intentando levantarse, yo la tomé del hombro y la volví a recostar.
—A penas y puedes caminar...ven déjame ponerte esto—Le puse en la frente un pañuelo húmedo, suspiré y ella cerró los ojos así que supuse que dormiría-Saldre a ver si Michonne ya viene.
Ella asintió y me levanté para salir del refrigerador viendo a Mike y Terry atados en una mesa intentando moverse, salí del lugar viendo a los caminantes a nuestro alrededor, intentaba no llamar la atención, estar desde el comienzo en el bosque de aquí para haya me enseñó a tener que ser sigilosa y no formular ningún ruido a la hora de caminar, me recargue al lado de la puerta viendo hacia la dirección en la que Michonne se había ido, ví los arbustos moverse y de ahí salió ella suspiré aliviada al ver que estaba bien.
—¿Cómo está?—Pregunto una vez llegando a mi lado.
—La fiebre le bajó un poco—Entramos al lugar y fuimos a donde deje a Andrea descansar pero ella no estaba, Michonne y yo nos preocupamos así que fuimos a ver si estaba atrás en dónde colgaban los cuerpos de los animales ya mutilados.
La encontramos acostada en el suelo al lado de una repisa frente a una ventana, suspiré de alivio y fui rápido con ella para ayudarla a sentarse.
—Te dije que quería luz—Dijo con una leve sonrisa, le sonreí y toque su frente la fiebre estaba disminuyendo y eso me alegraba.
