capitulo 20

42 5 0
                                    

Desde la otra sala él chico ojos de miel escucha él piano, bajando el libro que leí de alguna forma sabiendo de quién se trataba camina hasta la puerta de la sala de música deteniéndose, observa al chico de risos sentado tocando el piano con una canción muy triste. El chico risado termina la canción, volteando a ver a un niño de ojos miel parado observándolo en la puerta, ambos sólo sonrien de apoco el chico ojos de miel camina hacia él, aquel chico risado sólo se para, da unos pasos. Ambos se encuentran en medio mirándose fijamente a los ojos, cómo si estuvieran leyendo lo que cada uno sentía para luego abrazarse con fuerza cómo si lo estuvieran esperando mucho tiempo.

Al separase el chico risado acaria con los dedos el rostro de aquel niño ojos de miel que lo observaba sin decir nada, ambos se toman de la mano para volver al piano, tocando una canción que ambos conocían lo cuál empizan a cantar juntos sentados uno al lado del otro.

- Emilio!! - decía al terminar la canción

- Por favor! No lo digas, sólo disfruta conmigo! - tomando su mano-

- sonríe- está bien!

- podríamos hacer que nada existía sólo nosotros?

- si, nadie más que tú y yo!

Ambos sonríen para luego salir de la sala de música al salir ven al perfecto, eso los impulsa a salir corriendo ambos tomados de la mano, van a las caballerizas recorren riendo, acariando a los caballos que se encontraban en ella, luego siguieron caminando por el campo, empezando a correr persiguiendose uno al otro, el chico ojos de miel cayendo, ambos riendo acostados mirando al cielo en medio del campo del fútbol.

- esa nube parece una rosa! De las cuáles mi madre cultivaba en el jardín

- la extrañas?

- sólo pienso que las cosas serían distintas si ella estuviera aquí!

- sabes mi abuela decía que si uno desea ver a alguien que ya no está aquí, debe pedir con mucha fuerza antes de dormir para lograr verla entre tus más bonitos sueños.

- eso no sería soñar!

- si, pero ella decía que al dormir nuestra alma podría viajar y realizar un deseó muy fuerte que tengamos en nuestro corazón.

- sonríe- entonces crees que en ella estemos tú y yo!

Joaquin sólo sonríe apenado sin decir nada, ambos se levantan y van a ver los conejos que Connor le había  enseñado. Emilio se sienta y uno viene de apoco acercase a él, Joaquin sorprendido sonríe y empieza a dar Saltitos en su lugar al ver a Emilio tomando al conejo acariciandolo.

- ven! - dice Emilio acariando el conejo

- cómo hiciste!

- no hagas ruido, pasa tu mano! - tomando su mano para que pueda acariciar

Joaquin sonríe mirando arrodillado frente a Emilio, ambos acarian al conejo, quién seguía comiendo un ramita verde que tenía de apoco Emilio baja al conejo quién se aleja de apoco.

- eso fue increíble!

- sonríe- eran mío! - dice mirándolo

- cómo?

- los conejos, tenía mascotas luego tuve que venir aquí y no confiaba que  mi padre los cuidara entonces los traje, aquí está prohibido entonces los tuve que dejar aquí, vengo verlos cuándo nadie está cerca.

- Wou! Todos son tuyos?

- sólo eran dos, pero fueron aumentando con los años, alguna muriendo y otros se fueron.

- por eso te reconocieron! Eso genial!

- si, cómo supiste que estaban aquí, es un poco alejado para los alumnos!

- Connor, él me trajo a verlos!

- Claro, Connor! - decía cambiando su rostro

- tomando su mano- me gusta está parte de ti, que no muestras!

- pero esta parte de mi, no es dignó para ser un príncipe!

- pero está parte de ti, te ayudará a ser un gran líder!!

- lo mismo decía mi madre,.

- ella tenía razón! - decía con una sonrisa

Emilio acaria él dorso de la mano, ambos conectan su mirada y sonríen sin decir más, ambos solo con verse a los ojos tenían una conexión única dónde se decían todo sin necesidad de palabras. Ambos al llegar la tarde vuelven a sus dormitorios con una bella sonrisa cada uno en su habitación sólos mirando al techo pensando en el día maravilloso que han pasado juntos.

Protocolo De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora