Ciclo de la venganza

Era se una vez en algún lugar lejano ocercano. No recuerdo exactamente,  pero era bonito, me gustaba ir a diario con mis padres. Recuerdo aquella primavera cuando mi madre estaba embarazada de mi hermanita (llevaba 7 meses), estabamos comiendo un sándwich cuando comenzó todo, un pionero  se acercó a perdirnos un sándwich iba  muy hambriento y descuidado,  era realmente un vagabundo, ¿Quién iba a decir que la verdad no era esa?.

Mi padre le otorgó un sándwich de la canasta, lo comió,  pero de una manera extraña, su lenguaje corporal decía muchas cosas, nada favorables,  no comía cuán hambriento vagabundo y hacia muecas extrañas. Terminó de comerlo, y dio las gracias,  se levantó y acto seguido ocurrio lo peor, saco una revolver 22 milímetros y sin explicación alguna disparo una carga contra mis padres, mi padre adelantándose,  mi madre igual,  yo con pánico no sabía qué hacer, pasaban los segundos y cada segundo, eran mililitros de sangre perdidos,  entre la agonía de mi madre, me dijo que salvara a mi hermana.  No sabía que hacer.
-Cariño, toma ese cuchillo abre  mi vientre, salva a tú hermana, lleva la al hospital.
No dije palabra alguna y tembloroso me decidí a hacerlo, no se qué me dio el valor,  pero lo hice.
Logré llevarla al hospital más cercano,  para mi fortuna mi padre me había enseñado a manejar desde los 6 años; a mi 12 años manejaba muy bien. Lleve a mi hermana cubierta de sangre al hospital, afortunadamente  logro sobrevivir,  los médicos decían que era un milagro, pero dada la condición ya que había nacido prematuramente y en condiciones  nada favorables, habría desarrollado  un tumor cerebral que le impediría aprender como una persona normal. 

Habían pasado 9 años desde aquel incidente. Olvide todo lo que pasó después del hospital.
Un día cuando caminaba por la calle miré un hombre, bien vestido, a quien de alguna manera lo reconocí; era ese maldito hombre -Huevon- Grité, la gente se me quedó mirando extrañada, decidí seguirlo, llegó a un callejón, dónde pude tenerlo, no había salida, no se porqué habría entrado ahí. Intenté acercarme sigilosamente y cuando estuvé cerca, lo tomé del cuello y tiré de él, quedó muerto, pero no esperaba que una patrulla hiciera su rutina por esa zona. Me pillaron y arrestaron, tras obvio acto, y sin más explicación  dos dias después me llevaron a la corte, me sentenciaron a 25 años de cárcel. Olvide a mi hermanita, quién sin saberlo habría muerto de un ataque que sufrió. Mi abogado me lo dijo,  se lo hizo saber el vecino de alado quien habría llamado una ambulancia cuando miro el cuerpo de mi hermanita en el jardín.

Sin arrepentimiento de lo que hice cumpliría mi condena, lamentando la muerte de mi hermana.