-De geriátrico-

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-Así que Gaby... ¿eres guapísima sabias? Yo...-.
El intento de coqueteo por parte del doctor hacía que los nervios de Conway se pusieran más de punta.
-Esta capulla no tiene nada, vaya a atender a alguno de los que están muertos en la zona de espera, yo me encargo de esta-.
La cara de confusión en el doctor causó una sonrisa torcida en Jackeline.
-Yo...-.
-Si, si, si usted, vaya a atender a los enfermos de su hospital-.
Dio algunos pasos hasta ponerse delante del cuerpo de Gaby.
El doctor salió dándose por vencido, no quería un par de porrazos de la superintendente.
-Venga meted prisa-.
Volkov salió rápidamente por la puerta seguido de Hortencia quien sonreía con complicidad a la peli negra.
El mayor tendió la mano a Gabriela para ayudarla a bajar y una vez estuvo de pie pasó su mano por su cintura para ayudarla a caminar.
Salieron del hospital encontrándose el patrulla en la puerta.
Jackeline se encargo de subir con cuidado a la rubia en la parte de atrás del "héroe".
Antes de irse le dio una mirada de advertencia a Hortencia; sabía cómo era y lo menos que hacía falta era otro choque y menos con Gabriela aún delicada.
Vio el patrulla irse antes de caminar hacia el parking del hospital donde estaba su patrulla y Volkov esperándole.
Arrancaron hacia comisaría, ambas pensando en sus cosas.
Sobre todo en cómo iban a explicarle todo a Gabriela y el cómo iban a solucionar esa mierda.
-¿Las investigaciones han dado algún resultado?-.
La rusa habló finalmente, tenía un tono de voz algo preocupado.
-No aún, Evans sigue en ello-.
-Vaya mierda, llevamos ya una semana así...-.
-Lo sé; pero teniendo un pendiente menos ahora que despertó la capulla número dos, podremos centrarnos en buscar la solución...-.
-Mmm...-.
Notó como la mirada de la rusa la recorría de arriba a abajo como analizándola.
El resto del camino fue más del acostumbrado silencio.
Pararon frente a comisaría, dejó a Vick en la entrada de comisaría mientras ella metía a "God" al garaje.
Camino con prisa al interior del edificio pasando de la cara de todos anormales que ahora se arremolinaban fuera de la comisaría.
Al entrar encontró a toda la malla, parloteando como ancianas de geriátrico.
"Que bien trabaja la puta malla, gilipollas, son unos flojos de mierda..."
Mentalmente seguía maldiciendo al patético grupo de oficiales, hasta que se dio cuenta de la causa del revuelo.
Todos trataban de hablar con Gabriela o más con lo que ellos creían la versión femenina del sub-inspector Fred.
-¡¿Que hacéis pedazo anormales?! Moved el culo fuera de aquí, se acabó el té y las galletitas, los quiero haciendo 10-33 a todos-.
Tras varios si y 10-4 como respuesta, la comisaría fue vaciándose.
-Ustedes tres, a mi despacho-.

My  girl's rules Donde viven las historias. Descúbrelo ahora