Solo Tu Y Yo

Capítulo 6

Narra la narradora

La pelea dió inicio, Lisa levantó su mano la cual brillaba en morado, varias plantas que brillaban de el mismo color salieron de la tierra dirigiendose a Denki , éste logro esquivarlas con precisión , para después correr hacia ella, él solo quería someterla para que no pudiera moverse, para avisarle a Maindoka y que viniera a ayudar, pero Lisa no se lo haría facil, éste trató de tomar su brazo, pero una planta lo tomó de la cintura y lo estampó fuertemente contra el piso

--Tendras que hacer mas que simplemente tratar de atraparme--soltó Okomato (vamos a llamarla así para que no sea tan confunso) con una sonrisa divertida, Denki la miró con enojo, para después darle un golpe a la planta con su electricidad lo cual hizo que la soltara, aunque estaba intacta, esta volvió a correr hacia ella pero, varias plantas se lo impidieron, éste trató de golpearlas para romperlas o por lo menos achicharrarlas con su electricidad, pero éstas eran casi indestrustibles, apenas y pudo con algunas, y éstas lo estaban hiriendo con sus espinas cosa que no lo ayudaba, Okomato reía con diversión viendo como el pobre Denki apenas y podía con las plantas-- Parece que será facil desaserme de tus amigos, y más de esa Maindoka , es una fastidiosa y no la quiero en mi camino--dijo Okomato con algo de desagrado para después reir, ella odiaba a Maindoka  y a Bakugou ya que ellos eran los que la mantenían presa por mantener cuerda a Lisa, Denki sintió una rabia impresionante al escuchar eso de la boca de Okomato , éste esquivó con precisión las grandes plantas y corrió hacia Okomato

--Ni se te ocurra tocar a Maindoka ente idiota!!!--gritó Denki con enojo mientras le propinaba un golpe en la mejilla de Okomato y una patada en su estómago , ésta retrocedió tomando su estómago , Denki odió con toda su existencia golpear el cuerpo de Lisa pero no tenía opción , la vió con un semblante serio hasta que vió las lágrimas caer de los ojos de esta

--D-denki, a-ayudame p-por f-favor...--se escuchó un susurro quebrado y temeroso proveniente de Lisa , Denki sintió arrepentimiento al escucharla hablar así, con preocupación se acercó a ella para revisarla, pero no se percató de la sonrisa cínica que provenía de ésta y el brillo morado en su mano

--Dios Lisa yo lo.....--su frase cortó en el momento en el que un cuchillo cortó su mejilla, y trató de apuñalarlo, éste se alejó rapidamente apenas evitandolo

--Eres fácil de engañar para ser tan fuerte cargador barato--dijo Okomato con una sonrisa cínica para después correr a un aturdido Denki, éste al estar distraído no se  percató de ella, ésta le dió una fuerte patada en la cara, para después tumbarlo al suelo cayendo sobre él evitando que escape, mientras ponía el frío cuchillo en su cuello--No puedo creer que no vieras el momento en el que creé el cuchillo, es una de las tantas cosas que puedo hacer con la magia oscura, impresionante no? --soltó Okomato con una risa arrogante mientras poco a poco apretaba el cuchillo sobre el cuello de Denki, éste respiraba con dificultad, tratando de evitar que el cuchillo lo cortara-- Ahora acabaré contigo de una vez--Okomato se dispuso a poner fuerza en el cuchillo, Denki ya no sabía que hacer, no podía moverse o el cuchillo cortaría su cuello matándolo al instante, sentía frustración , de no poder ayudar a Lisa, de no poder ayudar a sus amigos, lo único que se le vino a la mente fue la imagen de Maindoka mientras le dedicaba esa preciosa sonrisa que tanto le encantaba mientras lo veía con esos orbes morados brillantes que lo enloquecían, sintió mucho más enojo de no poder ayudarla, de no poder verla por ultima vez, de no poder abrazarla, de no poder besarla y demostrarle su amor, simplemente veía a la nada espando que ese frío cuchillo atravezara su cuello,  pero repentinamente una flecha hecha de luz morada clara golpeo a Okomato lanzándola lejos de Denki, mientras caía al piso

--Solo yo puedo estar sobre kaminari  Okomato --se escuchó una voz femenina detras de Denkk, este reconoció la voz al instante, se volteó encontrandose con esos orbes morados que amaba