Capítulo 2

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En la habitación de Marinette, se encontraban las tres niñas jugando.

—. ¡Qué linda habitación tienes!. —dijeron la pequeña rubia y la pequeña castaña.

—. Gracias. —les respondió la pequeña azabache. —. Vengan conmigo. —dijo subiendo las escaleras para llegar a la terraza donde hay un balcón.

—. ¿A donde vas?. —pregunto la castaña.

—. Aquí hay un balcón y desde aquí se ve el cielo. —respondió la pequeña de coletas.

—. ¡Oh! Yo ya voy. —respondió la pequeña rubia.

La pequeña rubia y la pequeña castaña subieron por las escaleras, hasta que llegaron a la terraza.

—. ¡Qué lindo lugar!. —dijo la rubia.

—. Gracias. —le contestó la pequeña azabache, acercándose al balcón al igual que las otras dos.

—. ¡Un tomate andante!. —grito asustada la pequeña Chloe.

—. ¿¡Donde!?. —preguntaron la pequeña azabache y la pequeña castaña.

—. ¡Allí abajo!. —contesto la pequeña de ojos celestes.

—. ¡No! Es un tomate es sólo el niño llamado Nathaniel. —dijo la pequeña azabache desanimada. —. ¡Allá va un plátano andante!.

—. ¿¡Donde!?. —preguntaron emocionadas la rubia y la castaña.

—. ¡Allá!. —contesto la oji-azul.

—. ¡No!, no es un plátano, es sólo el niño llamado Adrien. —dice la castaña desilusionada. —. Pero ¡Allá ba una manzana andante!.

—. ¿¡Donde!?. —preguntaron ilusionadas la oji-azul y la oji-celeste.

—. ¡Allí!. —contesto la castaña.

—. ¡No!, no, no es una manzana es sólo aquél niño llamado Nino. —dijo triste la oji-celeste.

—. Esos niños, nos desilusionaron con lo del tomate andante, el plátano andante y la manzana andante. —dijo triste la oji-azul.

—. Si nos dilusionaron. —dijeron tristemente la oji-celeste y la castaña.

—. Vamos a mi habitación. —dijo la pequeña azabache.

—. ¡Si! ¡Vamos!. —contestaron las dos pequeñas.

Las tres niñas bajaron a la habitación de la azabache, cuando bajaron, se pusieron a jugar con unos muñecos que tenía Marinette.

Despues de unos minutos Sabine subió con una bandeja, que contenía un plato con galletas, y tres vasos con leche.

—. Hija aquí les dejo unas galletas con unos vasos con leche. —le dijo Sabine a la pequeña oji-azul

—. Esta bien mami. —respondió la pequeña azabache.

Sabine se fue dejando a las tres pequeñas jugando.
Despues de un rato las tres pequeñas comieron las galletas y se tomaron los vasos que contenían leche.

Las tres pequeñas se la pasaron jugando toda la tarde, hasta que llegaron a recoger a Chloe, despues a Alya, Marinette se quedó jugando un poco, luego recogió sus muñecos y bajo a la panadería, donde se encontraban sus padres.

Al bajar fue a donde se encontraban sus padres, cuando llegó...

—. Buenas tardes, me podría dar una bolsa con croassaint, y unos macarrons. —dijo una mujer, de cabellos rubios, ojos esmeralda, que llevaba puesto un vestido de color blanco con detalles verdes esmeralda.

—. ¡Sii! ¡Me encantan los croassaint!. —dijo el pequeño rubio.

—. Mami ¿puedo ayudar?. —pregunto la pequeña azabache bajando las escaleras.

—. Esta bien hija, ve a decirle a tu padre que te de unos croassaint y macarronst. —le contestó Sabine.

—. Ok. —la pequeña azabache fue a la cocina donde se encontraba su padre. —. Papi dice mami que quiere que me des unos croassaint y unos macarronst.

—. Esta bien Mari. —le contestó Tom. Le da una caja de croassaint y una de macarronst. —. Aquí están.

—. Gracias. —le dijo a su padre y tomó las cajas.

Y llevó las cajas a su madre.

—. Aquí están mami. —le dijo la azabache

—. Se los podrías llevar a la mujer que anda con un niño, por favor hija. —le dijo la azabache mayor.

—. Por supuesto, mami. —le respondió la azabache menor.

La pequeña niña se acerco a la mujer de cabellos rubios, que estaba con su hijo de ojos esmeralda. Y le entregó las dos cajas.

—. Buenas tardes, aquí esta lo que le pidió a mí mami. —le saludo amablemente la niña a la mujer.

—. Muchas gracias, pequeña, ¿como te llamas?. —pregunto la mujer de ojos esmeralda.

—. Mi nombre es Marinette Dupain-Cheng, y usted?. —respondió la niña.

—. ¡Que lindo nombre! El mío es Emili Agreste, y el es mi hijo Adrien Agreste. —le respondió amablemente.

—. Si ya lo conocía, hoy lo vi en la escuela, el padre de el es mi diseñador favorito, a mi me encanta mucho el diseño. —le dijo la azabache.

—. Bueno pues me alegro mucho. —le sonrió con dulzura.

—. ¡Que rico olor a croassaint!. —dijo el pequeño rubio.

—. ¿Te gusta el croassaint?. —pregunto la niña al rubio.

—. Si me encanta mucho. —le respondió el de ojos esmeralda.

—. Bien ya nos tenemos que ir Adrien, nos vemos Marinette. —se despidió amablemente.

—. Adios señorita Agreste. Y adios Adrien. —se despidió la de ojos azules.

—. Adios Marinette. —se despidió el rubio.

La mujer le dedicó una sonrisa amable, y se fue con su hijo, Marinette se dirigió a su madre y le pidió un macarronst y subió a su habitación.

Marinette se lavó los dientes, se puso un pijama de color rosa pastel, con puntos blancos, y se fue a la cama.
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Hola, espero les haya gustado el Capítulo, y este capítulo me pareció un poco largo.

El Capítulo contiene 791 palabras, y creo que este capítulo es un poco corto que el Capítulo 1.

Gracias por sus comentarios, por leerlo y por sus votos ★.

Nos leemos luego ^_^

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