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Aun no eran novios eso estaba claro para ambos, estaban en proceso de reconciliación por los echos pasados en sus vidas, pero eso no quitaba que salieran, que se tratarán bonito y que, de vez en cuando, se dieran un beso.

El más contento era JaeBeom, se le notaba por esa hermosa sonrisa que siempre había en sus labios al ver a YoungJae hacer alguna tontería. Era inevitable, Lim JaeBeom estaba más que enamorado de su sunshine y no era discreto al momento de hacerlo verlo.

Le encantaba el cacheton y sin duda, él le encantaba a YoungJae.

Ese día en la plaza no fue diferente a lo que normal hacían cuando salían en plan de amigos, entraban a tiendas e ropa y de juguetes, pronto sería Navidad y ambos querían comprar regalos para sus familias y amigos, y que el mayor lo allá invitado a salir era una muy buena excusa para ir buscando.

-¿Tú que vas a querer para Navidad, sunshine?

Preguntó el mayor mientras se entretenía con unas cosas en el mueble de la tienda, YoungJae ni atención le presto por estar viendo un gorrito muy bonito.

-¿sunshine? - JaeBeom se giro para saber porque no había tenido una respuesta. Y fue obvio, lo que le daría al pequeño. - ¿te gusta?

-¡Si!, pero ya tengo muchos y dudo que mi hermano o mis papás me lo quieran dar de regalo.

El mayor observó como los ojitos de YoungJae se comenzaban a inundar ante sus propias palabras. Algo dentro de si le dijo que no podía volver a su menor llorar por algo que quería.
Quizás sabía la razón, pero estaba dispuesto a ignorarla por razones obvias.

-Veremos que te lleva Santa en Navidad, sunshine.

Dijo llamado la atención del menor.

-¿Vas a pasar Navidad con nosotros? - preguntó sonriendo de pronto. Olvidándose del dichoso gorro que unos segundos antes lo había hecho sentir triste.

-Probablemente. Mamá dijo que tenía mucho que hablar con la tía Choi.

YoungJae sonrió.

-Vamos por un helado, Bumie.



























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-Ni siquiera sabía que ibas a estar aquí, de haberlo sabido me abría quedado en el auto.

Dijo Bambam mientras intentaba que sus ojos no comezaran a derramar lágrimas de tristeza al ver a su mayor frente a él.

YuGyeom llevaba en las manos una bolsa con muchas cosas, cosas que Kunpie no quería saber para quien eran.

-No me incomoda, Bambam. La plaza es libre... - dijo apenas logró encontrar su voz.

El menor asintió y luego, como si su vida dependiera de ello, rodeo a YuGyeom casi corriendo. Lo último que había deseado ese día era verlo.
Porque dolía. Dolía saber que el mayor se había rendido a la primera oportunidad y que ni siquiera se había esforzado por ignorar a Mark.

Avanzó por el pasillo de ropa para caballero intentado encontrar algo rápido y así poder irse lo antes posible. No necesitaba eso.
No necesitaba ver a YuGyeom de pie frente a él sin ninguna expresión en el rostro.

Fijo su vista en las camisas del gusto de su padre y camino hacia ellas. Dejando de lado el hecho de quizás, alguien lo observaba desde lejos. Admirando al pequeño niño buscar una camisa.

-No necesitas esto, YuGyeom, ni él tampoco...

Bambam siguió buscando. Distrayendose con los colores y las tallas. Perdiendo el tiempo suficiente para que su mayor se fuera.

Levantó la vista buscando algo que le dijera que YuGyeom se había ido, pero no lo consiguió. El mayor estaba ahí, de pie en la puerta del lugar sin quitarle la mirada de encima.

-¿Necesita ayuda, joven Buwhakul?

La voz de aquella mujer lo hizo alejar la mirada de YuGyeom. Se había asustado un poco.

-Hmm... ¡Si!, deseo una camisa agradable para mi padre. Una corbata y unos pantalones.

-Bien, sigame por acá entonces.

No paso mucho para que ya tuviera unas cuentas bolsas en sus manos mientras caminaba fuera de la tienda. Se le había olvidado por completo del hecho de que su mayor aún no se iba de la Plaza, solo que, quizás, ignorarlo era buena idea.

Avanzó hacía las escaleras eléctricas revisando su celular, quizás Mark y YoungJae había acabado por ir a la plaza como JinYoung les había propuesto...

-Te vas a caer si sigues viendo el teléfono más que donde pisas...

Levantó la mirada solo para encontrarse con JaeBeom y YoungJae observándolo divertidos. Sus mejillas se incendiaron al instante.

-Lo siento... Estaba revisando unas cosas, ¿que hacen aquí?, creí que estaba peleados.

-Si, pero debemos buscar unas cosas para Navidad, mi mamá y la tía Choi nos obligaron.

Bambam asintió. No les creía.

-¿Y por eso debes ir tomados de las manos?, digo no es por criticar...

YoungJae apartó la mano de inmediato. JaeBeom sonrió mientras intentaba encontrar una buena explicación para el menor.
Solo que, al verlo reír, todo rastro de preocupación se alejo de él.

-Esta bien. Solo juego. Me agrada que ustedes estén bien ahora. Así no tendré que ver a YoungJae llorar a cada rato.

-¡Oye!

-Me gustaría quedarme a platicar más, per mi aun tengo cosas por comprar antes de que mi papá llegue.
- Bambam se apresuro a decir. - los veo más tarde. Adiós.

Y siguió caminando. Llegó a donde las nieves, pidió un gran bote de helado de chocolate y unas paletas. A su papá le gustaba las paletas.

-¿Me pueden dar una nieve de vainilla?

El menor se giro en cuanto la voz de YuGyeom se escuchó a su lado. Frunció el ceño de manera involuntaria para luego sonrojarse.
Ni siquiera se había preocupado en saber si lo estaba siguiendo o no.

Él iba tan consentrado en sus cosas que ignoro lo demás.

-¿Estas siguiendome? - preguntó cuando la chica detrás del mostrador se alejo.

-La plaza en muy grande, pudo haber pasado en otro lugar.

Si, si estaba siguiendote...

Era inútil hacer aquello, pero le había funcionado en los dos años pasados, cuando Bambam era sólo una foto a lo lejos y no un acercamiento de excelente calidad al que podía tocar.

-No fue lo que pregunté... - dijo el menor.

-Nunca obtenemos lo que queremos, sino lo que necesitamos, Bambam.

-Entonces... - dijo girandose para encararlo. - ¿yo necesito verte?

YuGyeom negó.

-Soy yo quien necesitaba verte, Kunpie...

FriendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora