Persecución, asesinatos, cadáveres... Palabras tan poco comunes en nuestra vida... Solemos escucharlas en la televisión, en las noticias y hasta en algunas películas, pero, cuando sucede algo así en nuestro entorno, uno comprende el verdadero significado de esas palabras y todo lo que conllevan.
Aquel día lo entendí. Sucedió tan rápido... Fue tan efímero, pero se sintió como un huracán arrasando con todo a su paso... Me convirtió en alguien diferente ¿Para bien? ¿Para mal? Simplemente aún no lo he descubierto.
La oscuridad estaba en toda su extensión, creando un ambiente tenebroso hasta para el más valiente. Los árboles, formando desde pequeñas siluetas hasta grandes monstruos parecían abalanzarse sobre lo que estuviera entre ellos gracias a las fuertes ráfagas de viento. La luz de la luna parecía estar en extinción, brindando claridad apenas para ver el escenario frente a mis ojos. A lo lejos, se escuchaban los animales nocturnos, otorgando más lobreguez al bosque.
En cuanto a mí, el miedo me calaba hasta el alma, estaba temblando, tal vez por el frío desmedido a esa hora y otro poco por el miedo. Estaba escondiéndome sigilosa entre unos arbustos, aguantando hasta la respiración, porque si lo hacía demasiado normal se escucharía.
Todo tenía un toque demasiado lúgubre, aterrador y silencioso, esto último no me agradaba en absoluto, pero no tenía opción, se reducía a sobrevivir sí o sí, era lo que había aprendido, lo que me habían enseñado...
De repente, tanta quietud fue interrumpida por un estruendo, estaba casi segura de que había sido una bala, clara evidencia de que él estaba cerca y empecé a correr, tan veloz como mis piernas me lo permitían.
Empezaba el juego, uno en el que no quería participar, donde no conocía al atacante, solo sabía que la víctima sería yo... No pensaba mucho, ni tampoco noté cuando me alejé cada vez más del bosque, dejando atrás árboles y sombras, y comenzando a observar caminos llenos de neblina. Estaba desorientada, con hambre, adolorida de pies a cabeza, pero tenía que continuar, debía luchar hasta mi último minuto de vida, si moría habría sido lo mejor, no obstante, eso le daría ventaja al asediador y yo jamás me rendiría, se lo debía a aquellos que habían dado pelea por mí.
Empecé a desesperarme, no sabía la ubicación exacta en que me encontraba, sin embargo, y como si fuese una señal del cielo, vi unos mausoleos a lo lejos, estatuillas de ángeles y cruces por doquier, y antes de que mi mente se iluminara caí...
Era algo parecido a un agujero en la tierra, bastante profundo a decir verdad, casi no veía nada, pero usando mis otros sentidos percibí un olor metálico y, por si fuera poco, al tocar el suelo más allá de mi lugar, sentí cómo mis dedos se llenaron de un líquido espeso, ahí me di cuenta de que indudablemente, era sangre... Por mi cabeza pasaron muchos recuerdos como flashes, y uno de mis miedos, la hematofobia, me hizo perder el control de mí y todo se volvió oscuridad...
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Walking Tonight
RandomNo puede ser normal encontrar a un chico encapuchado en un cementerio después de ver un cadáver, ¿o si? No sabes lo que podría ocultar, pero... ¿Te arriesgarías a conocerlo? ¿A explorar hasta su alma? Si respondes que sí... Puede que lo que encuentr...