1 | Conociendo la vida de Abril Anderson

5 0 0
                                    

1 | Conociendo la vida de Abril Anderson

Abril

Muchos dirían que al estar enferma, pues debería de ser una persona Los domingos mi madre les da el día libre a todos los que trabajan en casa, como Elena, ella es la señora que siempre hizo la limpieza en la casa, también ella es la que cocina todos los días para mi mamá y yo, tiene alrededor de unos 50 años, eso es lo que yo le calculo ya que en todos los años que ha estado trabajando en esta casa, nunca me dijo exactamente su edad. También esta Josh, él es el chofer para mi mamá, siempre la lleva al trabajo, o cuando yo quiero salir, él siempre está dispuesto a llevarme, aunque eso no sucede habitualmente. Él tiene 34 años, solo se lo pregunte y me lo dijo, no como Elena. Ella toma su edad como el secreto más grande de toda la casa.

Solamente Elena y Josh son las dos personas que trabajan en casa día tras día, después de ellos dos, esta Luis. El jardinero. Solo se su nombre, porque solo lo veo una vez a la semana y tampoco es una persona de hablar mucho.

Normalmente nadie está en casa ya por la mañana del domingo solamente mi mamá preparando el desayuno, siempre prepara waffles, con una taza de café con leche. Desde que tengo memoria siempre me han gustado los waffles, pero solamente así nada de miel ni jarabes endulzantes, me gustan comerlos así, sé que es algo muy común, pero para mí es lo mejor del mundo que puede existir.

Después de desayunar salimos de compras y para eso yo siempre escribo una lista para no olvidar lo esencial que debo comprar. Esta vez necesito más papel fotográfico, porque la semana pasada tome unas fotografías al jardín y la verdad que me gustaron mucho. El proceso para que llegue a imprimir una foto es largo, porque enserio debe de gustarme, y si es así la imprimo para ponerla en un álbum de fotos, sé que ya nadie maneja álbumes de fotos, pero a mí me encantan, armo álbumes de fotos para todo, tengo uno que es solamente de flores, otro de comida, hasta tengo uno que es solamente de sombreros, se sorprenderían toda clase de sombreros que existen.

Almorzamos en una pizzería del centro comercial, sé que no es lo más saludable almorzar solo una pizza, pero es fin de semana, y en un fin de semana se puede comer lo que sea.

Ya por la tarde es la hora de películas, en ocasiones llegamos hasta la noche.

— ¿Qué película veremos hoy?, yo digo que una de acción

—Claro que no señorita, esta vez me toca elegir una a mí

Mamá y yo nos turnamos para elegir las películas, un domingo ella elige las películas que veremos, y el siguiente domingo yo elijo las películas que veremos

—Está bien, pero no elijas unas de esas en blanco y negro, son aburridas

— ¿Por qué lo dices?, esas películas son las mejores.

—Las mejores para los años 90

—Esos años eran los mejores — tomo el bol de palomitas para la película y me acomodo al lado de ella— ¿Sabes qué?, ya no seguiré discutiendo y mejor elige vos la película — me entrega el control del televisor a lo que sonrió satisfactoriamente

Estos momentos son los que más atesoro en mi corazón, y los que más extrañare, a veces me pongo a pensar que es lo que haría mi madre cuando yo no este, que hará los domingos, porque a lo que veo ahora, mi madre no tiene amigas, solo la señora Lennon, pero ella no cuenta porque es nuestra vecina, tampoco Elena. Sé que cuando yo me vaya mi madre ya no necesitara más a Elena y ella se ira, eso deja a mi mamá sola es esta inmensa casa.

—Mamá ¿te parece si te buscamos amigas? — la miro a los ojos y puedo ver que la pregunta la tomó por sorpresa

— ¿A qué viene eso?, te tengo a vos, ¿acaso no somos amigas? —me dedica una sonrisa llena de amor, esas de las que todos aman

—Sí, claro, pero a parte de mí, no tienes más amigas

—Claro que sí, que dices de la señora Lennon, voy a tomar él te con ella de vez en cuando... Además, tengo a la señora Park— la señora Park es una mujer que vive al final de la calle, es agradable, amable, pero no tiene amigas porque en ocasiones habla sola. Perdió a su esposo hace 5 años, y para hacerle compañía mamá va a verla al menos una vez a la semana

—Pero yo te hablo de amigas de tu edad, ambas tienes como 70, necesitas amigas de tu edad, con las que puedas salir, o charlar

—Para eso te tengo a vos —me agarra más manos y me mira directamente a los ojos —así que no necesito de más amigas

—Yo solo pensaba que..., bueno pues... — me suelto de su agarre y miro para otro lado, agachando mi cabeza — no quiero que te quedes sola cuando yo ya no esté— al levantar la vista veo que se le empiezan a humedecer los ojos por lo que dije.

—No pienses en eso cariño, solo disfrutemos el ahora ¿sí? — se acerca y me da uno de esos abrazos de los que nunca quieres que terminen, en ella puedo sentir el dolor que le causo, me culpo tanto de esto — ya dejemos esto, y pongamos la película de una vez—en sus ojos veo la tristeza que trata de ocultar con una sonrisa, así que ya no hablo más y me acomodo a su lado, para ver la película

Dejo el tema ahí, pero no para de dar vuelta en mi cabeza, pienso en algo que podría hacerle, en un regalo, para que quede lo mejor de mí, tengo que pensar en algo especial, lo único que se me ocurre es hacerle un álbum de fotos, ella los ama y siempre me dice que algún día le tengo que hacer uno. Creo que ese sería un buen regalo y se lo puedo dejar como un recuerdo.

Le debo tanto a ella que quisiera no dejarla, quisiera no causarle este dolor que le hago cada día, quisiera que ambas podamos ser felices, sin preocuparnos por nada, sin pensar en que un día ambas nos separaremos. Ella y yo nunca estuvimos lejos una de la otra, pero llegara ese día en que ya no poder estar con ella, en donde ya no poder verla sonreír, o cuando ya no podremos cocinar juntas, llegara ese día en donde nos diremos adiós para siempre.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 22, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Una nueva oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora