Naci en algun lugar de Buenos Aires, Argentina. mi vida ya lleva recorrida 20 años y contando. Creci en una familia donde siempre se me dificulto expresarme, tanto como lo que pensaba y mucho mas con lo que sentia. Mi padre era alguien que les causaba terror tanto como a mi hermano, a mi hermana y a mi madre, pero amí, sin embargo, me causaba un miedo tan profundo que me obligo a ser valiente. Hasta el dia de hoy ronda por mi mente la idea de como alguien puede causar tanto daño a quienes dice ser por quienes seria capaz de desangrarse si asi fuera el caso. Hasta el día de hoy ya van a ser casi dos años y medio que no lo veo, y tampoco pretendo hacerlo. No hablar de él seria como tratar de esconder bajo la alfombra Dieciseis años de vida. aunque quisiera no podria. Me dejo marcas y lecciones de vida, las señales del maltrato, desde de donde va, hasta donde puede llegar. La violencia de genero es un parasito que se alimenta de las personas que no notan que les falta algo. Es un trabajo tan minucioso y tan delicado, que la persona que se adentra a ese bosque no se da cuenta hasta que se haya en el medio de esté. Pueden llegar a perderse al tratar de volver, algunxs luchan por salír y lo logran, otrxs, sin embargo, les arrebatan la vida cuando su captor se da cuenta de alguna revelion. En el caso de mi madre, logro salir de allí, pero fueron mas de 20 años que se habia encontrado atrapada en ese bosque. le ayude a salir, fue algo que jamas me hizo notar que lo apreciase. Me tomo desde gritos a mis 5 años; hasta incluso interferir y bloquear a mi padre para que dejase de pegarle. Eso en mi dejo huellas, en ese tiempo donde mi techo era una trinchera, deseaba con todo el valor que habitaba en mi corazón que mi vida fuese distinta, no tener que levantarme día a día en estado de alerta, sin saber si ese dia se iba a desatar una batalla ni con el miedo que me causaban esos momentos tan angustiantes, no podia temer, debia ser valiente. por mis hermanxs y mi madre, asi las mayoria de las veces significasen que me iria a dormir con el alma un poco mas rota, necesitaba aferrarme a algo que me ayudase a no sentirme tan sumidx en ese bosque donde siempre era de noche. Uno de los costos de no haber ido nunca a terpia es que hoy a mis ventíun años se apodera de mi una gran ansiedad, ese estado de alerta se incrusto en mi como algun tipo de crustaceo a alguna roca cuando la marea golpea. Pero hoy que la reconozco, incluso e podido sentarme a tomar el té y escuchar lo que nunca quise escuchar, ya todo termino, esa guerra se acabo. Debo de dejar de sobreanalizar las situaciones, vivir el ahora. Total, si habia podido enfrentarme por mi y mis queridxs durante casi 11 años, de alguna manera, a un bosque tan tenebrozo y desesperante, solo me queda tomarle la mano al miedo y decirle que todo va a estar bien, que unas correntadas de viento no nos podran derribar.
A mis Diecisiete años mi hice mi primer tatuaje, me costo tanto encontrar uno que me defina tal cual, a diferencia de otras personas creo en darles significado. Finalmente termine por elegir a el gato de Cheshire. La primera vez que se encuentra con Alicia ella le relata su confucion acerca de que camino debia tomar, y esté la dice que si no sabia hacia donde dirigirse, que siga caminando hacia adelante, que hacia alguna parte iba a llegar. Despues tantos años de estar en alerta y solo esperanzada por encontrar una salida de ese bosque, una vez que me haye fuera quede desconcertadx sobre que iba a pasar de ahora en adelante, mi madre ya habia encontrado a alguien que estaba dispuesto a acompañarla a recorrer la vida, asi que solo decidi avanzar y sigo avanzando para encontrar mi camino; Mi destino.
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Relatos de un alma infinitamente rota
Teen FictionNo revelare mi genero ni como me identifico. Lo que si contare sera mi historia. me hare llamar ˆh. Para una mejor intepetacion de mi personaje.