Chocamos con una realidad incesante, una realidad que en cada ser humano genera una realidad totalmente diferente y distorsionada de lo que es la realidad, pero basta de confusión.
Realidad para mí, es la existencia de las cosas, y su comprobación enterantemente dada por la experiencia de los sentidos y la propia existencia de las cosas solo por el mero hecho de existir, tal cosa para mí lo es el aire, los árboles, los animales, todo aquello que existe por existencia propiamente dicha, no lo considero así o como parte de la realidad, todo aquello que está en relación con lo creado por el hombre, mesas, edificios, entre otros. Entre ellas quiero añadir a las ideas, teorías y pensamientos, pero no los del propio ser, independiente y libre, sino esas mismas ideas del hombre libre, que han sido usadas para encarcelar y delimitar a cada uno de los individuos a pensar por sí mismos y a llevar a cabo todas las experiencias que la realidad constituida por la misma existencia tiene para brindarnos.
En el mundo consumista en el que estamos hoy en día cualquier cosa que se nos inculque de pequeños va a tener repercusiones en nuestras conductas y en nuestros pensamientos, todos los paradigmas encontrados en cada uno de nosotros y que son la base de nuestras ideas y prejuicios, que nos llevan a creer y pensar en base a los otros sin la más mínima experiencia o comprobación por sí mismo, sino que toda nuestra realidad se construye en reflejo de los otros y de las múltiples imposiciones de los sistemas globales, sea religión, la industria o el sector que tengamos más a fin, llámese sector alimenticio, moda o telecomunicaciones. Todo eso nos ha puesto una venda en los ojos de irrealidad y de oscuridad en un mundo que por razones naturales deberías ser de luz, y con luz hablo de libertad e independencia, aunque hace poco conocí el término de interdependencia (capacidad que tenemos de ser independientes, pero teniendo en cuenta que el otro también posee una necesidad, y que esa carencia en uno y soporte en otro son la base para el progreso y el desarrollo de las dos partes) grosso modo, ser independiente pero con empatía. Y es algo que el mundo actual no ha quitado, la capacidad de ser empático, que al fin y al cabo dentro de la realidad en la que yo creo al ser propio del ser existe por consecuencia propia.
Pero acá el punto es el siguiente, el hecho de tener múltiples realidades en la realidad total, hace que esa falta de empatía y respeto se pierda, respeto por las decisiones que no puedo cambiar en el otro, empatía porque no me pongo en la situación sobre la decisión del otro, no logro comprender más allá de porque la incoherencia en su acción. Si el otro sintiera en mi piel comprendería, lograría pensar como yo, pero nada más alejado de que; cada quien busca lo propio, lo que es de importancia para cada uno.
Me cuesta aceptar el hecho de que no me acepten, en este caso yo tampoco tendría el respeto o la empatía por lo que el otro también está sintiendo, pero al ser humanos, tenemos un componente egoísta que sea innato o no, no lo sé, que sea un paradigma aprendido, tal vez, pero esa parte fundamental de la que hablo, el egoísmo es la que nos aleja en su totalidad de ser empáticos. Tanto yo como el otro no quiere sentir el displacer de compartir el sentimiento del otro.
Para concluir con esto, si respeto la realidad del otro, y entiendo el porqué de su compleja realidad, que a su vez no es más que entrar a un laberinto que ni el propio dueño logra descifrar, pero que al finalizar de todo va a ser un laberinto que van a estar recorriendo dos.
Gracias