Capitulo 4: Nociones parte 4

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Su galopeo se esparcía en el ambiente fresco del bosque, sus ojos miraban fijamente hacia adelante, mostrando una característica concentración.

Sus cejas estaban un poco fruncidas, sus dientes juntos y apretados evitando la posibilidad de morderse la lengua

Su pelo se removía hacia atrás gracias a la resistencia que entregaba el aire que se diseminaba en él y en el caballo.

Iban rápido, y el caballo lo mostraba en su agitada respiración.

El ojiverde tenía prisa y como no, si hace un par de horas recordó algo importante.

El beso.

El beso que dio a las manos de historia.

Las manos de ella y de su padre en su espalda desnuda.

Todo eso compartía algo.

Los recuerdos.

Y ahora los quería ver, quería entender que había pasado esta vez.

¿Por qué eran diferentes?

¿Acaso por la calma antes del sueño?

¿O por pensar que había otra posibilidad?

Los minutos se hacían siglos para él, y el caballo cansado le irritaba, pero sabía muy bien que no lograría nada con eso.

Tomaron un descanso y procuro que su caballo se alimentara y estuviera listo para salir pronto.

Fue a refrescar su rostro a un rio que pasaba cerca.

Calculaba que llegaría pronto, pues no faltaba mucho, quizás al anochecer ya estaría en la ciudad Mitras.

Mitras- resonó en su mente.

No pudo evitar recordar las imágenes.

Un hongo de fuego y polvo levantándose en el centro de esa ciudad.

Pero no solo eso.

Las miradas tristes de Historia también venían.

-Historia- Dijo mientras miraba el rio seguía su paso.

-Espero que funcione- menciono mientras le daba la espalda al rio y se dirigía hacia el caballo para seguir su rumbo.

Pasaron unas cuantas horas y las estrellas ya estaban haciendo su hermosa presencia en el cielo.

El frió no se hizo de esperar y la piel morena del chico lo pude percibir como también sus ojos percibían las luces de la ciudad.

Su repentina necesidad de ir a verla, ya iban ser saciadas.

Esas ganas de entender por fin lo que pasaba, pues esa sensación de vértigo de sus sentidos aun persistía desde la mañana, ese eterno vacío que experimento, ese eterno y silencioso vacío, le agobiaba.

Le estrujaba su cabeza

Pues

¿Si...

Si lo que estaba viendo...

Era...

Efectivamente el futuro?...

Ya había llegado a la Puerta del palacio mientras aun tenía su cabeza sumida en esos recuerdos.

Unos cuantos policías militares se acercaron, y le hicieron las preguntas respectivas del protocolo de visita.

No paso demasiado para que luego fuera custodiado hasta la sala de espera mientras su caballo era llevado al establo.

¿Un monstruo puede amar? (erexmika)(erexhis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora