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El pueblo es pequeño pero esta cerca de los cerros asi que el clima por las noches es frio, la familia de mi esposo viven todos cerca es como una vecindad una casa frente otra, entonces mi hija y mis cuñadas iban de casa en casa visitando a sus tíos y tías, y mi suegra y yo acomodando los cuartos que serían para nosotros como estaban en construcción aún faltaban puertas y ventanas en las habitaciones asi que nosotras colocamos sábanas para tener algo más de privacidad.
Esa misma tarde fuimos a la tienda grande a buscar comida para gato, víveres.
Así pasaron los días como tenía mucho más tiempo que antes ya que no iba al trabajo me la pasaba acariciando mi gato cuidando que ningún perro ajeno le quite su comida, pero el encapsulamiento duro más de lo esperado, los problemas entre Diego y yo empezaron, motivos muchos el estrés de estar sin trabajar aguantar a su familia y etc.
El discutía conmigo y se salía, y yo me quedaba sola en mi habitación llorando y mi gato, mi amado gato Silvestre me hacía compañia, yo no conocía a nadie en ese pueblo, no queria preocupar a mis papas con mis problemas, no tenía con quien desahogarme así que me las apañaba sola.
Así pasaron dos semanas más Y se declaró cuarentena rígida por el aumento de casos sospechosos de covit 19, el tiempo para estar en ese pueblo era incierto no sabíamos cuando regresaría mos, mi cuñada Adriana era la que estaba en casa era una preocupación menos, pero mala para mi suegro quien debía mandar dinero a dos lugar es a su hija que estaba en casa y a mi suegra que estaba en el pueblo con nosotros, por el hecho que el Es transportista podía seguir trabajando, era el único con trabajo en ese momento.
Los dias pasaban y los problemas aumentaban ya había pasado más de 2 meses, me sentía cansada de estar ahí, Diego salía solo en la moto me mentía, para que vas a ir tu, te vas a aburrir, claro yo sabía que era una escusa para salir solo, bueno que más daba me encantaba pasar el tiempo leyendo libros en wattpad en compañia de mi gato, que por cierto, los dos estábamos engordando jaja si por el sedentarismo se imaginarán, claro ahí entra el hecho de que mi suegra sabe hornear, cada semana horneamos pan, y la fruta que aquí abunda como ser la mandarina, la naranja, las bananas y el coco es un pueblo muy fértil.
Todo aquel que visitaba la casa del abuelo se admiraba de mi gato, por negro, grande y gordo y muy mancito.
Uno de los primos de Diego lo adora siempre que viene lo acaricia, alza y lo mima, no soy una persona celosa de mi gato, para mi ver como la gente lo mima me alegra.
Es irónico pensar que de dia yo cuido a mi gato pero por las madrugadas es el, soy de las personas que siempre va al sanitario en las madrugadas es una costumbre mia, es que me da miedo en esta casa el baño esta afuera y yo estoy en el segundo asi ustedes entenderán, desde el día que llegábamos el me acompaña, baja conmigo las gradas y conmigo sube.
No les he contado a ciencia cierto mi situación a mi familia no quiero preocuparlos solo les digo que estoy bien contándole solo lo bueno de aquí, los extraño mucho pero que le vamos hacer ya estoy aquí y no puedo irme hasta que levante la cuarentena, mi propia hija ya me pidió irnos claro ustedes saben no es lo mismo estar en la comodidad de tu casa donde dispones tus cosas.
  Los productos en su mayoría han subido de precio algunos han bajado por las bajas ventas.
Ya han pasado 2 meses y 1 semana mis jefes me pagaron los días trabajados esa fue una bendición ya que no lo esperaba, un alivio si ellos son muy buenos.

Silvestre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora