❛ die helligkeit seiner augen ❜

134 23 32
                                    

━━━━━━ ❲ ❀ ❳ ━━━━━━

Alemania llegó finalmente a su casa, empapado y con un ramo de hermosas flores en su mano derecha. Después de prepararse tanto para aceptar lo que “sentía” Italia, resultó que era todo un mal entendido. Pero entonces, ¿por qué su corazón dolía?

Tal vez era él el que tenía sentimientos por Italia, pero le daba miedo. Le daba miedo no ser correspondido, no ser suficiente y que Italia no quisiera hablarle más.

Luego de pensar unos minutos frente a la puerta principal, Alemania reaccionó y fué directo a su baño, se enfermaría por tener la ropa mojada.

Abrió la ducha y dejó fluir el agua hasta que tomó la temperatura que deseaba, tibia. Se quitó la ropa mojada y se metió en la bañera, se mojó el cabello y tomó el shampoo, frotándolo en su cabello. Se enjuagó rápidamente y buscó una toalla en un gancho que se hallaba en algún lugar del baño.

No tenía ganas de hacer nada, solo quería dormir, dejar de pensar un momento, dejar de pensar en él.

Llegó a su cama y se sumergió en un sueño profundo, que nadie podría interrumpir. Al día siguiente, su mente estaba más fresca que ayer, se sentía algo mejor.

Se puso su uniforme para la reunión y salió de su casa para dirigirse a la sala de juntas, esta vez había tocado allí en Berlín. Iba a paso lento, sin apuros, lo contrario de la persona que estaba al frente de él.

Éste chico, distraído, no se dió cuenta que había pisado los cordones de sus zapatos y se cayó encima de Alemania, quien sólo iba caminando tranquilamente.

───¡Ah, lo siento! ───se disculpó el chico, en un tono de voz suave, casi un susurro. Buscaba con sus manos su lentes, hasta que los encontró y pudo ver la cara de la persona con la que había chocado.

───Está bien, no es nada. sólo ten más cuidado. ───dijo sin enojarse. Sus ojos celestes chocaron con los del chico, color amatista. Éstos brillaban intensamente, como si nunca pudieran dejar ese intenso brillo.

El estómago de Alemania se revolvió. Al ver tán hermosos ojos, de un color tan inusual.───Tengo que irme, ¡lo siento, otra vez! ───el jóven se levantó y se fue corriendo hacia un hotel cercano.

Alemania siguió pensando en esos orbes amatistas. No podría olvidarlos tán fácilmente.

Una voz lo sacó de sus pensamientos. ───¡Alemania! ¡Alemania! ───reconoció esa voz al instante. Era Italia.

Se sorprendió al verlo tan temprano, por lo general, Italia siempre era el último en llegar a las reuniones. ───¿Qué pasa? ───dijo pensando si debería disculparse por asustarlo ayer.

Por un momento juró ver una expresión de nerviosismo en su cara, pero fué borrada rápidamente. ───¡Japón dijo que yo le gustaba! ───expresó con alegría.

La cara de sorpresa que había puesto el rubio era digna de plasmar en una foto. “Así que a Japón le gusta alguien que no es un personaje de anime...” pensó.

───¿D-De verdad? ───eso había sido inesperado, aún no podía dejar de lado su sorpresa.───¿Y él te gusta? ───preguntó con algo de nervios, ya que aún estaba en duda se sus propios sentimientos.

Asintió. ───Sí. No tengo problema en que él me guste, pero como ambos somos chicos.... No lo sé, ¿tú qué dices? ───se notaba que no se preocupaba demasiado, pero aún así tenía la duda de qué iban a pensar el resto de Naciones, o si su relación se hacía pública, qué diría su pueblo.

No estaba seguro de qué responder a esa pregunta. ───Bueno... Si él te gusta, tienes que decírselo. Nadie va a juzgarlos y si lo hacen, no le den importancia. ───respondió finalmente, con una media sonrisa.

Italia sonrió como nunca antes, y se abalanzó a abrazar a Alemania. ───¡Grazie, Germania! ───agradeció efusivamente.

Mientras correspondía al abrazo, su mente se desvió a otro tema; ¿Qué era lo que sentía por Italia? ¿Estaba confundido o sentía algo por su amigo?

Ignorando sus pensamientos, caminó con Italia a la sala de juntas, al llegar vió a muchas Naciones que usualmente llegaban tarde. “¿Hmm? Hoy casi todos vinieron temprano...” pensó con extrañeza.

Admiraba a todos los presentes en la sala, deteniéndose al ver una cabellera familiar; ¡era el chico de hace rato!

Se acercó a él, Estados Unidos le hablaba animadamente con la boca llena de hamburguesas.

───Hallo. Tú eres el chico que se tropezó conmigo hoy, ¿verdad? ───él se volteó a verlo, y asintió tímidamente.

───Ah, s-sí, soy yo. Lo siento mucho por lo de hoy. Soy Canadá, mucho gusto. ───esbozó una radiante sonrisa, tan hermosa que podría ganarle a cualquier ángel.

No pudo evitar el ligero sonrojo que se apoderó de sus mejillas. ───M-Mucho gusto... ───su mirada estaba enfocada en aquél angelical rostro. Canadá notó la mirada de Alemania y   al igual que el de ojos celestes, sus mejillas se pintaron de rosado.

La junta mundial comenzó y todos tuvieron que tomar asiento.

En un día común, nadie se tomaría en serio la reunión y Alemania intentaría poner orden, pero en este momento, el mencionado estaba extrañamente distraído, pensando en la sonrisa angelical de cierto país norteamericano.

Claro que el resto de países lo notó, pero ninguno se imaginaba que el dueño de sus pensamientos sería nada más ni nada menos que Canadá.

━━━━━━ ❲ ❀ ❳ ━━━━━━

Nota: este one-shot
es viejísimo, lo tuve que
corregir y reescribir algunas
partes porque estaba
horrible jajqjsw. 👌

꒰ seine augen﹔aph ꒱ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora