**32** Los nombres...

1.4K 69 16
                                    

EROS:

- Si, me parece un precio justo.- digo satisfecho.

- Habrá más guardias de lo normal e ire para no levantar sospechas.- me responde del otro lado.

- Cualquier cosa llámame.- digo y cuelgo la llamada.

Me dejo caer en mi silla y cierro mis ojos, cada vez falta menos para tenerte en mis manos y acabar de una vez por todas con tu asquerosa vida.

- Hijo, ¿Todo bien?.- abro mis ojos cansado de oír su voz. - Te he visto pasar casi corriendo y me preocupe.- dice para sentarse frente a mi escritorio.

Entre cierro mis ojos cansado, suspiro, tomo aire para no mandarlo a la mierda, le he prometido a Demi que trataría de llevarme bien con ellos y es un fastidio fingir delante de ella todo el tiempo que todo esta bien, cuando no es así. Si supiera como son mis padres realmente hasta ella huirá para no tenerlos cerca.

- ¿Ahora me espías y te preocupas por mi?.- digo con burla. - No me hagas reír por que no tengo ganas, es muy temprano todavía.- me paro para irme.

- Sabes que puedes pedirme ayuda en lo que sea, Eros.- habla mirándome.

- No te metas o te largas de mi casa.- salgo de mi oficina camino a donde la tranquilidad me llega con solo verla.

- Solo quiero ayudarte hijo.- alcanzo a oír antes de cerrar la puerta.

Estas dos semanas que pasaron ha sido una tortura tener a mis padres aquí, no se como hace Demi para aguantarlos, andan todo el tiempo detras de ella molestando, como lo que son un estorbo. Lucas por fin llega hoy, el muy hijo de perra se escapo, yo hubiera hecho lo mismo pero el estado de mi reina no la permite andar mucho. Su embarazo es muy delicado y por nada del mundo los pondría en riesgo por una idiotez, esta es su casa y es aquí donde debe de estar.

Entro a la habitación y llego hasta ella donde duerme tranquilamente, son apenas las seis de la mañana y he tenido que bajar a recibir una llamada de Cornelio nuestro cómplice que también quiere cobrarle algo al hijo de perra de Lenin.
Me acuesto al lado de Demi y poso mis manos en su panza desnuda, el camisón se le ha subido hasta los hermosos pechos grandes que tiene ahora, de solo pensarlos en mi boca o mis manos en ellos me pongo duro.
Acaricio su panza y hago todo lo posible por no llevar mi mano más abajo, ella se remueve un poco y saco mi mano enseguida. ¿Qué haces Eros?...

- ¿Cuándo van a salir?.- susurro. - Papá y mamá quieren divertirse, así que salgan pronto.- rio ante eso y paso mi brazo por debajo de la cabeza de Demi con cuidado.

- ¿Has retado a nuestros hijos?.- pregunta ella sorprendiendome.

Sin responderle llevo mi otra mano en su mejilla y la beso, ella gustosa recibe mi lengua en su boca empezando a mover la suya.
Una de sus manos va a mi hombro acariciando todo a su alcanze y me tenso cuando a la otra la deja por arriba de mi abdomen bajo.
El beso se vuelve algo intenso, disfrutando de nuestras bocas y abro los ojos grandes sorprendido cuando la mano que estaba en mi abdomen entra bajo mi pijama.

- Nena.- la dejo de besar y la miro. - ¿Qué haces?.- pregunto como idiota, es obvio lo que hace.

Trago saliva al sentir su mano subir y bajar por toda la longitud de mi miembro, un cosquilleo increíble invade todo mi cuerpo, por favor que pare o me olvidaré de su estado.
Me empieza a faltar el aire, aprieto mi boca y la abro enseguida para sacar los jadeos que me provoca su mano allí abajo.

- Demi, no creo que sea buena idea, no cuando nuestros bebes están allí adentro.- digo sacando su mano con toda mi fuerza de voluntad posible.

- Dormiré otro rato.- su voz sale disgustada y se acomoda dándome la espalda.

Aprendiendo a Amarnos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora