-𝟎𝟏;;

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-Es increíble lo rápido que pasó el tiempo.- Comentó el pelinegro.

-Mañana será nuestro último día de clases, todo será tan distinto después... Ah.- Dijo el castaño dando un trago a su soda.

-Ya somos adultos... ¿Puedes creerlo?-

-Espero que nuestra vida sea genial.- TaeHyung desvío la mirada -Aunque no estés conmigo...- Comentó en susurro.

-¿Qué dijiste? No te escuché muy bien.-

-Nada, solo espero que mañana sea genial.-

Una noche antes del último día de preparatoria, TaeHyung se encontraba en casa de JungKook, su mejor amigo y pasarían la noche juntos, pues, son muy unidos, al parecer no importa cuánto tiempo pase, uno estará para el otro.
Aunque quizá no como uno de ellos quisiese.

TaeHyung está enamorado de JungKook, y es que, eso es incorrecto... Desde cualquier punto de vista, JK gusta de las chicas frágiles y femeninas, además, se conocen desde niños, son casi hermanos, sin mencionar la religiosa familia de TH, ¿una relación entre dos chicos? Es pecado.
Un pecado que, tendría como consecuencia, un par de golpes de su padre, seguido de su madre obligándole a pedir perdón y rezando por él, y así librarse de esos demonios enfermos, TH conoce a su familia y sabe que, enamorarse de JK es un lujo que no puede darse. TH odia vivir con sus padres, desde muy joven comenzó a trabajar y ahorrar todo lo que pudiese, para así, en un futuro cercano poder comprar su propio departamento.

Y cuando eso pase, el podrá ser libre, podrá ser feliz.

¿JungKook lo sabe? No. Y es que, es casi imposible que algún día se lo diga, está tan convencido que lo que siente es una abominación, y jamás se lo diría, no quisiese perder a la única persona que lo hace feliz.

De vez en cuando TH profana la imagen de JungKook en su mente, piensa en ellos dos acercándose lentamente hasta terminar en un beso, lo imagina sin camisa, mientras el lentamente toca su abdomen y siente su calor y pasaría sus dedos por esa espalda que tanto le encanta. Enseguida vuelve a la realidad, sabiendo que eso nunca pasará. Y TH sufre, se recuesta en su cama y se lamenta por ser así, quisiera ser "normal" como sus padres le dicen, y las lágrimas recorren sus mejillas, sintiéndose sucio por pensar en JungKook de esa manera, pero no puede evitarlo, realmente le gusta mucho, en especial por cómo le hace sentir, JK es todo para él, si de algo está totalmente seguro es que la existencia de JungKook es todo lo que está bien en el mundo.

¿Y Jungkook? Digamos que él puede ir de un extremo a otro en cuanto a su personalidad. El abandono hacia él y su madre por parte de papá, fue algo que le obligó a madurar a muy temprana edad. Haciendo que su infancia no fuese como la de cualquier niño, en lugar de juguetes y dulces, él debía cuidar de su madre quien, a menudo se alcoholizaba. Ver a su mamá matarse a sí misma cada día, no era algo que un niño de su edad tuviese que presenciar. Cuando JungKook caía y se lastimaba, no había nadie que corriera a lavar su herida y colocar una bandita, éste solo se levantaba y deseaba con todas sus fuerzas ser invisible, al menos así habría una razón para que nadie notara lo que había ocurrido, y las lágrimas invadían sus ojos, cuando un abrupto "no hay tiempo para lloriqueos" salía de sus labios, un niño callándose a sí mismo.
No es de extrañarse que ahora a JungKook se le dificulte tanto expresar sus sentimientos y emociones.

Sin embargo, todo empeoró cuando su madre no paraba de beber y dejó de trabajar, JK pensó en pedir ayuda, aunque lo más seguro es que siendo menor de edad, lo separarían de su madre para llevarla a una institución donde pudieran tratarla, no soportaba la idea de perder a la única familia que le quedaba.

Decidió entonces buscar un empleo, claro que no ganaría lo suficiente como para poder mantener a ambos, siendo un estudiante de recién 14 años ¿qué podría hacer? por suerte ese problema se resolvió cuándo comenzaron a recibir dinero por parte de su padre mensualmente cosa que facilitó bastante la vida de JungKook junto de la compañía de TaeHyung durante todo este proceso, su mejor amigo lo ayudó compartiendo el poco dinero que ganaba con él.

JK está tan agradecido con TaeHyung, puede jurar que, de no haber sido por él, probablemente ya no estaría en esta vida.

JungKook odia ver cómo tratan sus padres a TaeHyung, tan estúpidamente religiosos, ha estado a punto de golpear al padre de TaeHyung en repetidas ocasiones pero el castaño siempre logra calmarlo y evitar que esto pase.

Aún así... Hay un lado de Jungkook que nisiquiera TH conoce, los pensamientos tan enfermamente violentos que se cruzan por su cabeza, incluso él teme de sí mismo, teme que puedan llegar a ser hechos y no solo pensamientos.

Después de todo, ambos creen ser totalmente honestos entre sí, ¿descubrirán lo jodidamente equivocados que están?

;;sᴇᴄʀᴇᴛ- 𝑲𝑽. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora