Soy Lee Jooheon
Un chico que perdió a sus padres a los 3 años y que perdió a su único apoyo a los 17 años
Perdí a la única persona que me quedaba por no valorarla
(5 años)
Todavía recuerdo aquellos días en los que llegaba llorando del colegio porque algunos chicos me molestabanTu me decías que no les hiciera caso,que yo era mejor que todos ellos
Me abrazabas,me consolabas y me limpiabas las lagrimas mientras me quedaba dormido en tus brazos
(10 años)
Tu me decías que me quería ver con una chica linda algún día y aquella fue la única vez que te grité por decir aquelloMe encerré en mi cuarto y cuando sentí arrepentido de como te hablé bajé fui a tu cuarto para verte dormida y con una sonrisa me acosté y me acomodé para dormir contigo
Y pude sentir como me abrazabas y sin permiso una lágrima resbaló por mi mejilla
(12 años)
Volvía del instituto,serio,sin expresión alguna,tu me esperabas con la comida preparada pero,eran pocos los días en los que comía en casaTu me preguntabas por mi día,que habias echo,si tenía tarea,si tenía hambre o si iba a salir
Yo nunca respondía a aquellas preguntas
Simplemente comía en silencio y me encerraba en mi cuarto
(15 años)
No te hablaba,no te hacia casoTe gritaba mucho,te levantaba la voz aún sabiendo que tenías poco más de casi 92 años
Un día te grité tanto que me dolió la garganta tu me ofreciste algo para eso y sin pensarlo e inconscientemente te empujé hacia un lado
Y esa fue la primera vez,que te puse una mano encima
(17 años)
Llegue a casa con una sonrisa para contarte que la chica que me gustaba me había hablado y que habíamos quedado por la tarde para tomar algoPero al llegar a casa no te encontré en la sala ni en la cocina,ni el baño,ni en el patio y sabiendo tus condiciones no podias estar fuera por estar en silla de ruedas
Subí a tu cuarto y abrí la puerta lentamente para encontrarte acostada en tu cama
Y en ese momento me extrañe al verte acostada si no podía levantarte de la silla sin ayuda
Me acerqué lentamente y te vi con los ojos cerrados
Pálida como siempre
Te acaricié la mejilla arrepintiendome de todo lo que te hice,pero al tocarte estabas helada y cuando me fijé,noté que monte movías
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Hoy con 19 años me encuentro aquí, frente al espejo, preguntándome una y otra vez, como llegué a convertirme en esto, un chico con ojeras,más delgado de lo habitual, que perdió a lo único que le quedaba, un chico que no supo amar, un chico que se hace llamar hombre, me quedé solo y yo mismo me lo busqué