Rias.
Ya no tenía idea de qué música poner en mi celular, ya que en el camino prácticamente ya había escuchado toda la que tenía.
¿Cuando llegamos?. Le pregunté a mi madre, la cual estaba manejando el auto y también se le notaba algo molesta.
Venelana. deja de preguntar eso, solo escucha tu música y guarda silencio.
Rias. No soporto una hora más sentada, mis piernas estaban entumecidas. Estaba aburrida así que comencé a cantar.
(Nota. Imagínense a Rias, cantar una canción al gusto de ustedes. Fin de nota.)
Venelana. ¡ya basta!. ¡Por favor, podrías que darte callada por un momento!.
Rias. Luego de eso comenzó acelerar el auto, mientras yo solo cerré mis ojos conecté los auriculares y subí el volumen de la música. Continué observando por la venta y al parecer estábamos llegando a nuestro destino.
Mi madre y mi padre se separaron. Esa fue la razón por la que mi madre tomó la decisión de mudarse. Mire mis brazos y observé esas marcas, las marcas que cada vez que las veía mostraban lo cobarde que podía llegar hacer. Baje las mangas de mi camisa para no verlas.
Venelana. ¡Llegamos!. Dijo mientras detenía el auto.
Rias. Ya era hora. Dije mientras suspiraba de alivio.
La casa era enorme, hermosa y estaba rodeada de otras casas. Al parecer tendríamos muchos vecinos. La verdad no se si eso Era bueno.
Venelana. Hogar dulce hogar.
Rias. El camión de la mudanza había llegado, y comenzaron a acomodar todas las cosas dentro de la casa. Mi madre estaría dando indicaciones de donde colocar cada cosa.
Comence a subir las escaleras, para escoger mi habitación. Escogería la mas grande ya que quería estar cómoda en mi nuevo hogar.
Venelana. Rias, por favor baja a la sala.
Rias. Baje las escaleras y observé a mi madre hablando con dos personas.
Venelana. Ellos son nuestros nuevos vecinos, y vinieron a darnos la bienvenida.
Gine. Mucho gusto. Somos los señores son, y Esta es nuestra niña raiha. Menciono con una sonrisa.
Rias. Observé a la familia. La niña parecía de unos 6 años. Cabello negro azulado, Tez blanca y ojos azules. Se parecía mucho a su madre y padre.
El gusto es mío. Respondí devolviendo la sonrisa.
Bardock. Así que, ¿solo tienes una niña ?.
Venelana. Si y por lo visto ustedes también.
Gine. No, también tenemos un chico de 17 años. Su nombre es goku, pero no esta con nosotros por que se sentía un poco mal y no pudo venir a recibirlas.
Venelana. ¿Escuchaste Rias?. Solo lo llevas por un año más, quizás se lleven bien.
Raiha. No lo creo. goku es un amargado. No creo que quiera conocer a Rias, ya que se negó a venir a recibirlas.
Rias. Los señores son. La miraron seriamente y luego nos miraron ha nosotras algo avergonzados.
¿Así que goku, es algo antisocial?.
Gine. Lo que raiha quizo decir, es que se sentía mal y no pudo recibirlas.
Rias. La señora Gine, intentó ser amable y arreglar lo que había dicho su hija.
Pero sólo fue un intento fallido, ya que yo no le creí nada.
Venelana. Esta bien, lo conoceremos en otra ocasión.
Bardock. Bueno pues. Las dejamos para que sigan acomodando sus cosas.
Rias. ¡hasta luego!. dijimos mi madre y yo.
No se la razón, pero sentía que me llevaría muy mal con ese tal goku.
En la noche, tenía la gran parte de mis cosas acomodadas. Tenía que dormir temprano ya que, mañana sería mi primer día de clases en un nuevo colegio.
Me tire en la cama, cerré mis ojos y
Recordé el pasado, esos días en los que me humillaron. Tenía miedo de pasar por todas esas cosas de nuevo. Pero ya no soy la misma tonta e inmadura de antes. Ahora soy mucho más madura y créanme mucho más fuerte.
