HEART GOLD

En compañia de un extraño

"Querido erasmo:

Me ha costado bastante escribir esta carta esta carta, no encontraba las palabras correctas para decir lo que siento. Soy yo, sabes que soy yo por la tetra tan fea que tengo. se que la ultima vez que hablamos te dije cosas horribles pero solo queria protegerte asi como tu siempre me cuidaste, decidi dejar a un lado mi orgullo, Hoy quiero que todos sepan que de mi corazón eres el dueño, que no te saco de mis pensamientos, quiero decirte que no importa el tiempo ni la distancia, yo siempre estaré contigo, ire contigo, quiero estar siempre a tu lado, por eso te pido que te quedes conmigo y que me tomes de la mano para que juntos recorramos el camino, ése que nos depara el destino y cuyo final jamás llegará, porque el amor que te tengo nunca se acabará, aunque tal vez sea demaciado tarde para decir eso, queria que lo supieras.
siempre tuya,
Lia Areleo"

Entre sollozos doblo la carta y la acerco a mi pecho, momentos despues se extingue la llama de la vela que iluminaba la celda, en completa oscuridad solo se escucha el tetrico silencio.

—Mañana sera mi ejecucion, aun asi te juro que regresare a tu lado—

no muy lejo de ahi se escucha una voz de un anciano que proviene de otra celda

—hey!... si tu, eres el erasmo verdad, la unica forma de salir de aqui es sin vida, asi que sera mejor que dejes de luchar y aceptes tu destino, te digo la verdad chico ya intente de todo—

al terminar de hablar el hombre de edad avansada toce sin fuerzas, sin poder ver nada decido preguntar a aquel  hombre

—¿usted porque esta aqui y como sabe quien soy?—

—es una buena pregunta, te mentiria si dijera que fui encarcelado injustamente, a diferencia de ti soy una persona podrida que no meresce micericordia, no hace falta que pregunte lo mismo, se como esos malditos te tomaron pricionero solo por tu sangre, todos en la ciudad sabemos la clase de hombre que eres, es una lastima que terminaras en esta podrida pricion—

las palabras del viejo hacen que me tranquilice, limpio mis lagrimas y guardo la carta

—nunca es tarde para arrepentirse de sus pecados, solo haci seras un hombre libre—

—ya es tarde para mi, solo olvidalo quieres y borra esa idea de escapar, no funcionara—

—sinseramente me parece imposible darme por vencido, en verdad quiero salir de aqui, no solo quiero, ¡devo salir de aqui!, quisiera tener la fuerza para romper estas cadenas y derribar los gruesos barrotes, pero tiene razon, es imposible ademas mis heridas son muy graves, no llegaria muy lejos antes de que la hemorragia me asesine—

por un momento el silencio se hiso notar hasta que el viejo hablo de nuevo

—siempre me pregunte de donde habias venido, ¿acaso abandonaste a los tuyos?—

—es algo complicado, tendria que explicarle desde el principio y eso me tomaria mucho—

—no puedo dormir y supongo que tu tampoco, asi que sera una larga noche, me gustaria saber tu historia—

Creo que me ayudará a distraerme pensé, para luego decir

—de acuerdo, escuche con atencion—

*Fin*