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—¿Asi que me llamaste solo por eso?

—Si

—Es un rotundo no.

—¡Oye me debes un favor!

—Claro y lo cumpliré, pero no pienso ir a un parque acuático ¡lleno de mocosos!

—Tu hermano aun es un mocoso

—¡a-Ning es un jovencito adorable y el no es un mocoso detestable!- Wen Qing se cruzo de brazos —Además tú te metiste en esa mierda arréglate las tu solo yo tengo trabajó.

"Uh...Era de esperarse"

—A proposito, A-Ning me dijo que te diera esto- la mujer busco en su bolso y luego saco una cajita mediana color salmón. La puso encima de la mesa y se la empujó hasta quedar frente al jiang.

El menor tomo la caja de color y la examinó. Wen Qing saco su celular y volvió a hablar después de levantarse.
—Espero que te gusten, A-Ning se esmero mucho horneandolas ayer, dijo que era una especie de recompensa por dejarte votado,en fin me voy hasta luego WanYin.

La Wen dejo un poco de dinero y se fue.

—¿Galletas?- susurro abriendo la caja.

Dentro habian 15 galletitas en forma de animalitos decoradas con glaseado de azucar, eran adorables y se veían muy deliciosas, arriba del todo habia una nota.

[Esperó que te gusten.
No sabía como recompensar te y recorde cuando dijiste que te gustaban las cosas dulces. Espero que te gusten (x2) y Lo siento de nuevo... (人 •͈ᴗ•͈)

Wen Ning <3]

Después de leer la nota la dobló y la dejo por un lado, luego probaría una galleta ahora tenia que ir de compras y tambien tenía que buscar algun regalo de bodas para su hermano.

A y también ya veria como arreglaría el asunto con el Lan.

El sonido del agua cayendo en el piso del baño y resbalando en su cuerpo

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El sonido del agua cayendo en el piso del baño y resbalando en su cuerpo. Era ciertamente bastante relajante, habia sido un dia bastante agotador para el Lan. Después de tres días podia descansar en paz.

Se tomó su tiempo en la ducha, aunque era un "desperdicio de agua" los baños largos eran muy muy relajantes y satisfactorios, sobre todo después de una larga jornada de trabajo.
Al salir camino hasta su cama, con el dorso descubierto y una toalla en la cintura mientras se secaba el cabello con otra.

Lan XiChen estaba de muy buen humor, de hecho casi toda la semana lo estuvo. Habían pasado cuatro dias desde que se encontró con el omega de ojos azules en la plaza.

—¿Debería llamarle... o escribir le?- dijo mirando los conejos de su hermano WangJi.

Las bolitas de pelo blanco y negro ignoraron completamente al alfa y siguieron comiendo y jugando.

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