Capítulo 43

1.2K 117 38
                                    

Luego del anuncio de mi embarazo, comenzaron a llegar muchas cosas de bebés al palacio, tanto por parte de los nobles como de la gente del pueblo.

Me sorprende tanto afecto que estoy recibiendo.

Los dias pasaban y el esmeralda ya se estaba llegando de cosas para bebé.

Las más maravilladas por esto eran lily, hannah y seth, que estaban muy ocupadas preparando la habitación para mi bebé.

Papá y Lucas discutían los posibles nombres para el bebé casi todos los dias, ya me tenian harta, por eso me escapaba con Julian e ibamos a caminar un poco por el jardín.

-Ah el dia esta muy agradable ¿No cierto Julian?

-........

De nuevo

Desde hace unos dias, Julian ha estado muy extraño, parece ido, pensando en otras cosas, no entiendo que ocurre.

¿Algo le estará preocupando?

-Julian

Dije en tono autoritario obteniendo por fin su atención.

No suelo llamarlo asi de pesada, a menos que sea un tema serio o que este molesta, él me miró algo asustado y sorprendido.

-Digame mi mi señora

-Ya llevas varios dias extraño y no me dices voluntariamente que te ocurre asi que....¡Exijo que me digas que te ocurre y no quiero excusas!

-Pe pero mi señora

-Julian.....

-eh.....

-¡Julian Rosse!

-¡Esta bien mi señora esta bien! Es que....me siento extraño

-¿Extraño? No entiendo, explicate

-Es que...hace unos dias usted trajo a unas señoritas aqui...

-Si ¿Qué pasa con eso?

-Es que cuando mire a una....me comencé a sentir extraño....algo aqui se movio

Dijo Julian colocando su mano en su pecho, mire su rostro que mostraba algo de timidez y sus orejas estaban rojas.

No me demore mucho en entender a lo que se referia.

Mi pequeño y adorado Julian parece que se estaba enamorando.

Queria puro gritar de la emoción pero primero debo saber algo más.

-¿Que señorita fue la que te hizo sentir asi?

-No recuerdo su nombre pero tenia el cabello largo, castaño, piel blanca, muy linda y ojos verdes

Helena Elaine

Esa descripción cabía perfecto con ella.

Si bien aun no la conozco a profundidad, tendré que hacerlo para poder ayudar a mi querido Julian, aunque él no se de cuenta.

De pronto llego hannah corriendo hacia donde estábamos nosotros, se veia algo emocionada y le costaba hablar, tuvimos que esperar a que se calmará para poder preguntarle que pasaba.

-Princesa...tiene visita

-¿Visita?¿Quién?

-Quienes....El joven duque Alfierce y la señorita Margarita ha venido a visitarla

Sentí como el bebé se movio dentro de mi, asumo que sintio mi nerviosismo, coloqué mis manos en mi vientre tratando de calmarme no solo a mi sino también a mi hijo.

Errores Donde viven las historias. Descúbrelo ahora