Se escuchaba mucho ruido en el pasillo, no me podía concentrar en mi tarea.
Cerré mi cuaderno y salí del departamento para ver lo que pasaba.
Una chica castaña le ordenaba a unos trabajadores meter un sillón blanco al departamento de frente.
—Ey.
La chica me miró cuando salí y me sonrió. La miré de pies a cabeza, solo quería que no hiciera ruido.
—¿Vas a tardar mucho?
Por fin pregunté cuando otro trabajador con un traje azul pasó con unas sillas.
—No te preocupes.
La chica me volvió a sonreír y volví a meterme dentro de mi departamento para seguir con mi tarea.
Claro, que el ruido no terminó en seguida, y mucho menos cuando después de unas horas puso música a todo volumen.
Alguien llevese a mi vecina.
Bienvenidos a otra historia que tardaré años en terminar.
Un abrazo de oso 🐻
—Jos

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La vecina que se roba mi WiFi
أدب المراهقينSean, un chico pacífico, solo quería tranquilidad en su vida, pero todo eso cambia cuando Elissa se muda frente a su departamento. -¿Quieres, por favor, bajarle a tu música? No me deja concentrarme. -Uy, lo siento, abuelito.