Capítulo 2: La pregunta más rara de mi vida

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ALEXANDER

La pregunta más rara de mi vida.

— Sé que puede parecer una locura, pero ¿quieres tener un hijo conmigo?

Podría jurar que en ese instante mi corazón se saltó un latido y por unos segundos olvidé cómo respirar.

JODER.

No sé realmente cuánto tiempo tardo en reaccionar, puede que fueran unos escasos segundos pero para mí se sintieron eternos. Me despejo de golpe, la resaca sigue presente, aun así, me siento como si me hubieran tirado un cubo de agua fría encima.

Corto la llamada abrumado por aquella pregunta, había mantenido conversaciones raras con Brooklyn, pero esta sin duda era la más extraña que habíamos tenido. «¿Quieres tener un hijo conmigo?» No me esperaba que fuera aquello lo que iba a decirme, aunque tampoco esperaba algo de su llamada, pues siempre que volvía de promocionar alguno de sus libros hablábamos sobre si algo había fallado o no había salido como pretendíamos. Brooklyn me había pedido favores, algunos excéntricos, pero nunca me imaginé que me propondría que tuviéramos un hijo.

Pero... ¿quería que lo tuviéramos juntos? ¿O quería que yo solo fuera el donante de esperma?

Pero ¿a quién se le ocurre preguntarme eso tras haberme bebido hasta el agua de los floreros?

Menuda locura de despedida de soltero. No recuerdo ni la mitad de lo que pasó anoche.

Espera. Brook ha dicho algo de un vídeo y mi hermano.

Esquivando vasos de plástico, alguna que otra botella y a varias personas logro salir al jardín y sentarme en uno de los sillones blancos. Desbloqueo el iPhone y entro en Instagram, busco el perfil de Aaron, la copia defectuosa, y miro sus últimas publicaciones. El famoso vídeo, el cual tiene más de 1300 reproducciones y más de 700 comentarios, los cuales mejor ni me paro a leer. Seguro que hasta está en YouTube el dichoso vídeo. ¿Por qué tiene que tener mi hermano tantos seguidores, además de tener la cuenta pública?

"Vamos Alex, no puede ser tan malo, solo eres tú diciendo que quieres tener un hijo" me animo mentalmente. ¿A quién quiero engañar? Seguro que no he hecho mayor ridículo que anoche en toda mi vida.

El vídeo parece el del típico tío borracho que sabes que se va a caer, pero no lo es, no me caigo al suelo, pero lloro mientras les cuento a mis amigos lo que nunca le he dicho a nadie. Lloro como si mi situación de soltero fuera lo peor del mundo. ¿Pero qué me echaron en la bebida? ¿Suero de la verdad? ¿Por qué no puedo caerme como los demás borrachos? No, yo tengo que confesar lo que llevo pensando durante el último año.

Voy a matar a mi hermano.

Me levanto, demasiado rápido para mi estado ya que tengo que volver a sentarme durante unos minutos porque siento como el alcohol quiere salir de mi organismo. Mejor descanso un rato y luego ya busco a Aaron, total, si él debe de estar igual o peor que yo.

Cierro los ojos y recuerdo a mi peculiar amiga.

Si tuviera que definir a Brooklyn Williams la describiría como una mujer increíble e independiente, su actitud a veces me recordaba a la de su hermano, ambos tienen muy buena autoestima y un humor parecido, sin embargo, ella se caracteriza por su espontaneidad y sus locas ideas. Físicamente es de estatura media, de complexión delgada aunque no se obsesiona con ello, disfruta de la comida y sobre todo de los dulces. Unos ojos marrones casi rozando el negro y su pelo era de un castaño oscuro, sin embargo, ella prefiere los tonos rubios por lo que suele teñírselo, ahora lo tiene de un rubio claro rozando casi el blanco— la Daenerys de Malibú según mi hermano— se lo había cortado en una media melena, la cual le caía un par de centímetros por debajo de los hombros y le daba un aire más juvenil. Es guapa y simpática y junto con su arrolladora personalidad la hacían una mezcla perfecta.

Nos conocimos en la universidad, ambos cursábamos la misma carrera y en el primer día ella se sentó a mi lado, así comenzó nuestra amistad. Conforme la conocía más me gustaba, pero no estaba seguro de lo que sentía por lo que lo dejé pasar, después conocí a Kim y comencé a salir con ella, unos meses después Brook estaba en una relación con uno de nuestros compañeros.

Mientras me pierdo en los recuerdos, mi estómago me recuerda que llevo demasiado tiempo sin comer, y necesito una pastilla para calmar el dolor de cabeza inmediatamente.

Me levanto con demasiada lentitud y camino hacia la salida, para mí la despedida de soltero ya ha terminado. Una vez dentro del coche y conduciendo por la autopista me acuerdo de que Aaron había llegado conmigo. Suspiro. Tendría que dar media vuelta.

¡Qué coño! Que pille un taxi para volver a casa. Él me graba borracho y lo sube a Instagram, pues yo lo dejo tirado.

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