—¿Y esta es tu casa?— preguntó SeongMin curioseando el lugar.
—No SeongMin, es la casa de Hitler— respondió TaeYoung rodando los ojos.
—Yo quería estar en tu casa— dijo SeongMin haciendo un puchero.
—SeongMin, primero que nada ¿Cómo tienes mi dirección?— preguntó TaeYoung.
—Contactos, pero dime, ¿Por qué aún estás en pijamas?— preguntó SeongMin sentándose en el sofá.
—SeongMin...Son las dos de la mañana— respondió mirándolo mal.
—¿Y te desperté?—
—¿Por qué estás en mi casa a estas horas? ¿Cómo es que puedes andar por las calles sin que tus padres te reclamen algo? ¡Oh, espera! ¿Te votaron de tu casa, cierto? Oh Dios que pena que tus padres se hayan dado cuenta tan tarde que venías dañado— dijo TaeYoung sonriendo.
SeongMin miró mal a TaeYoung y este solo se rió.
—Bueno no es nada de eso, solo le dije a mis padres que estaría con mi novio y me regalaron esto— dijo SeongMin sacando un condón de su bolsillo y lanzándoselo a TaeYoung quien lo esquivó con pánico.
—¡¿Pero que clase de padres tienes?! Llévate esa cosa del diablo, mis padres me matarían si llegan a ver eso, agradece que salieron a despejarse—
—Mis padres son lo best, pero dime entonces que hacemos, digo, tenemos la casa sola—
—Tu vete a tu casa y yo voy a dormir tranquilamente, buenas noches— dijo TaeYoung con intensiones de subir las gradas para ir a su habitación.
—¡Alto ahí! No puedes dejarme, soy un bebé— dijo SeongMin levantándose.
—La casa de MinHee está cerca, ve con él y jode su existencia, yo iré a dormir— dijo TaeYoung sonriendo con cansancio.
—La verdad...No conozco la casa de MinHee— dijo SeongMin apenado.
TaeYoung bufó, se acercó a SeongMin y lo tomó del brazo para arrastrarlo hasta su habitación, SeongMin no reprochó nada, TaeYoung dejó de sujetarlo para abrir la puerta que daba al balcón y le hizo seña al menor para que se acercara, SeongMin se acercó con una sonrisa que se ensanchó al ver el paisaje que daba.
—¿Ves esa casa blanca que está allá?— preguntó TaeYoung señalando a una casa muy iluminada que abarcaba toda una cuadra.
—¿La que tiene guardias en la puerta? ¿Ahí vive MinHee?— preguntó SeongMin abriendo la boca impresionado.
—Si, bueno, parte de lo que se ve de ella, si estuvieramos mas alto verías que abarca más de una cuadra, me parece raro que no supieras que ahí vive, digo, todos saben que MinHee tiene dinero, debiste suponerlo— dijo TaeYoung haciendo una mueca.
—Dios mira que pendejo que es el grandísimo idiota hijo de su mamá, ¡Me hizo comprarle sus ensaladas e irme a pie cuando él podía darse el lujo y comprar todas sus jodidas fresas!— gritó SeongMin sujetando el brazo de TaeYoung, lastimándolo.
—Auch— dijo TaeYoung golpeando la mano de SeongMin, quien lo soltó— Ahora sabes donde vive, ve ahí, te tratarán como princesa—
—Pero yo quiero quedarme contigo, serás pobre pero no importa, además eres mi novio, déjame quedarme— dijo SeongMin mirando a TaeYoung con un puchero.
—No quiero, vete—
SeongMin se mordió el interior de su mejilla y se tiró al suelo de espaldas, golpeandose pero igual no se quejó.
—¡SeongMin! ¿Estás bien?— preguntó TaeYoung mirando al menor preocupado y agachandose a la altura de su rostro— Oh Dios si te moriste que voy a hacer, mis papás me matarán ¿Si te lanzo por el balcón puede ser suicidio o homicidio?—
—Eres un idiota TaeYoung, mejor acuestate y miremos la contaminación— dijo SeongMin riendo.
TaeYoung sonrió y se acostó al lado de SeongMin, olvidándose de que tenía que votar al menor de su casa, empezaron a hablar un montón de cosas hasta que TaeYoung cayó dormido y SeongMin se tomó una selfie con TaeYoung de fondo que luego presumiría, luego se apegó más al cuerpo de TaeYoung para abrazarlo y caer dormido.
