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Un pequeño Emilio de 6 años,se encontraba en su casa con su padre,el cual estaba mostrandole las responsabilidades que tendría.

Emilio era un niño,ni siquiera lo estaba escuchando,pero aún perdido en sus pensamientos y en los papeles que tenía en frente,escucho un llanto,miro para todos lados pero no había nadie llorando,así que no quiso darle importancia.

5 minutos después,su padre ya no estaba,pero el llanto lo seguía escuchando,y cada vez dolía más su corazón,hasta el quería llorar,así que inconscientemente corrió hacia ese llanto,llegando al bosque que estaba frente a su manada,y ahí lo vio,un pequeño niño castaño,que lloraba desconsoladamente.

Ahora que estaba más cerca,dolía más,sin pensarlo,se acercó lento al pequeño niño,para no asustarlo

-Oye,estas bien? - preguntó tocando el hombro del pequeño

-Nu - dijo y luego dirigió su mirada al castaño

-Ey escuchame - se sienta a su lado y lo abraza-deja de llorar,no se porque estas llorando,pero está mal que estés sólo aquí en pleno bosque,así que me quedaré contigo hasta que calmes y vuelvas a casa si? - vio al pequeño asentir - por cierto,me llamo Emilio

-Y-yo oanin- el pequeño seguía llorando y no sabía hablar bien,adivinar su nombre fue suerte

-Joaquin? - el castaño asiente - ya no llores Joaquin yo estoy aquí

Lo que Emilio no sabía era que el pequeño niño lloraba porque no tenía con quien jugar o simplemente estar,pero ahora el cachorro lo tenía a el....

A lo lejos,una persona prominente de la manada Osorio,observaba a los niños con algo de pena....

Bolita de arroz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora