Sabor de lo ajeno

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Narrar las circunstancias en la que se fue dando está relación sería un sin fin de palabras innecesarias, que en este momento no es relevante.
Lo único que puedo decir es que como una perfecta red de una araña, el destino se encargó de cruzar sus caminos para tejer aquella trampa en la que ambos cayeron y sin ir más lejos  desató varios sucesos que los llevaron a estar asi cómo están ahora.

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Sus delicadas manos se veían tan pequeñas sobre ese pecho tan amplio del cual era dueño el saiyajin más poderoso de la tierra.
Sin un atisbo de vergüenza lo miro a los ojos para ver si en el había algún rastro  de duda, pero no. Más bien parecía sorprendido ante la cercanía de la muchacha, que cada vez más acortaba la distancia que los separaba sintiendo la respiración agitada del saiyajin. Aunque tuvo que ponerse de puntillas para poder alcanzar aquellos labios que hace tiempo quería probar pero que jamás se daba el tiempo propicio para hacerlo. Pero que ahora lo tenía a su completa disposición, fue subiendo lentamente sus manos por su marcado pecho para después posicionarse detrás de la nuca de Goku empujándolo levemente uniendo por fin sus labios en un casto y fugaz beso.

Retrocedió unos cuantos centímetros para volver a mirarlo a los ojos y buscar algún gesto de desaprobación de parte del saiyajin, pero solo se encontró con su mirada desconcertada y aquellas mejillas que ella tanto adoraba, teñidas de un hermoso color carmín producto de la vergüenza del momento.
Ella sabía que esa clase de acercamientos no eran muy propias del saiyajin, hasta podía jurar que no eran de su agrado, ya que nunca se lo vio hacer ese tipo de demostraciones con su esposa pero de todas formas ella desconocía el comportamiento de Goku en la intimidad de su hogar, después de todo sus dos hijos no salieron de la nada.
Pero cuando sintió que las manos de Goku se apoyaron fuertemente en su cintura dedicándole una mirada que ella podía clasificar como pícara se sintió libre para aplacar aquel deseo que hace tiempo quería cumplir. Allí estaba el gesto de aprobación que buscaba la peliazul.
Se volvió a acercar con  claras intenciones de volver a besarlo y así lo hizo, comenzó primero con un suave movimiento de labios para después lentamente subir la intensidad de aquel beso que ella guiaba el ritmo, el contacto fue más íntimo cuando sus lenguas empezaron a moverse al compás de sus movimientos de cabeza.  Sus dedos terminaron enterrados en el cabello azabache del mayor para profundizar aquel acto más si se podía. Al principio podía sentir que Goku no estaba muy convencido para besar, en más hasta era algo torpe con el contacto pero cuando se dejó llevar por la pasión la dejo sin aliento a Bra.
Aunque le hubiera encantado estar así por minutos se tuvo que separar de él por falta de aire, se miraron con intensidad sumidos en un silencio absoluto que después Goku rompió con una oración que esperaba escuchar la muchacha después de ese beso.

—No es correcto lo que estamos haciendo, Bra — confesó jadeante el saiyajin—.. yo estoy casado y tú eres la hija...

—Shhh — lo acalló poniendo su dedo índice en sus labios — ellos no tienen porque enterarse de nada.. — continuo mientras acariciaba su mejilla izquierda suavemente—

Y con esas palabras ella dió a entender que estaba dispuesta a tomar ese papel, el de la "otra", de ser reducida a una vil amante sin más que escasos encuentros fortuitos de intensa pasión.

— ¿Estás de acuerdo conmigo, Goku? — inquirió.

— Bra.. yo — respondió dudoso.

— Solo un beso más.. por favor — rogó mientras lo miraba suplicante — solo otro más, por favor Goku..

Y el no pudo negarse a concederle ese deseo, porque después de todo el lo anhelaba tanto como ella. Perderse en aquella boca era su nueva droga.
Así que sin más volvieron a juntar sus labios está vez en un beso necesitado, como cuando te ahogas y tratas con desespero tomar una bocanada de aire para seguir convida, así se sentían ambos.
A partir de ese momento Son Goku jamás pudo volver a decir que no a una petición de Bra, ya no habría vuelta atrás, no después de ese beso que lo dejo con ganas de más, de perderse con aquella niña de cabellera azul en un mar de emociones que solo ellos comprendían.

Para Bra no podía ser mejor, siempre cada noche se preguntaba cómo se sentiría besarlo a él y ahora podía describir la sensación a la perfección.
Los labios de Goku tenían un particular sabor dulce, besarlo era como tocar el cielo con las manos y a la vez sentirse que se quemaba en el más ardiente infierno. Esos besos tenían el sabor de lo ajeno, tocando aquello que no era tuyo pero que sin embargo ella sentía tan propio, era esa sensación la que daba ese toque especial.

Se sentía como si fuera la más afortunada de las ladronas, sabía que aquellos besos, abrazos, caricias y cuerpo a ella no le pertenecían. Ya tenían dueña, pero de todas formas ella se dió el tiempo de robar cada cosa adueñándose de él lentamente, proclamando suyo a ese saiyajin  con todos sus actos de amor.
Son Goku puede que tenga dueña gracias a un papel, pero a ella le pertenecía su cuerpo y su alma. Así se lo había dicho el, así lo confirmo ella Goku seguiría siendo ajeno pero aún así a ella él le correspondía.

Poco le importaba la poca moralidad que tenían sus actos, ellos se amaban y se correspondían así no había lugar para más justificación que esa y para ellos así estaba más que perfecto.








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Aquí está este minific gobra de regalo para mis lectores de "Enséñame a amar". Está casi terminado tal vez tenga tres o cinco capítulos. Esto calmara un poco sus ansias ojalá les guste..

Ajeno y prohibido |Dragón Ball [Goku x Bra] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora