Ajeno y prohibido |Dragón Ball [Goku x Bra]

Sabor de lo prohibido

Ese beso fue un antes y un después para el que desató un vendaval de emociones que jamás creyó sentiría por alguien, ni mucho menos por Bra. Tal vez no suene bien, pero literalmente desde que nació la conocía, de hecho hasta la sostuvo en sus propios brazos, pero ni aún  eso  aplacó en lo más mínimo lo que sentía por ella. Estaba seguro, la amaba.

Y no la amaba de aquella forma que los demás esperaban o suponían, la amaba como una mujer, como su mujer, más allá de que el ya tuviera esposa pero no podía comparar lo que sentía por Bra con lo que alguna vez sintió por Milk. Su historia con Milk había terminado hace bastante tiempo el nunca estuvo hecho para afrontar las responsabilidades de ser un esposo y ni mucho menos de un padre. Con el pasar del tiempo eso era más notable aún, las cosas iban a pique en su hogar y lo único que a él le ataba a Milk era aquel sentimiento de fidelidad hacia sus palabras, nada más. Eso no quiere decir que jamás la haya querido, después de todo era la madre de sus hijos, pero fue después del nacimiento de Gohan que aquella convivencia con la azabache se había vuelto totalmente agobiante, por eso cada que se presentaba la oportunidad él aprovechaba para huir de esa vida tan monótona y sofocante que jamás fue propia de él bajo la escusa de entrenar o salvar al mundo. El hacia lo que le apasionaba, y a veces eso era lo incomprendido por todos.

Pero ahora no era la lucha lo que le daba ese respiro que el tanto necesitaba, ahora era esa niña de cabellera azul ese aire fresco que el tanto necesitaba. Ahora era ella la escusa perfecta para huir de esa vida y perderse con besos en  aquellos labios que le trajeron un sin fin de sensaciones totalmente nuevas para él.
Aquella mujer que estaba más que prohibida, no solo por la abismal diferencia de edad, si no que también era la hija de su mejor amiga. Lo matarían, de eso no cabia ni la menor duda si se enterase Vegeta de eso estaba más que muerto.
Pero aún así siendo conciente de todo eso, no podía dejarla, no quería.

Aquellos sentimientos que comenzaron a florecer en su ser, que al principio no comprendía pero que con el tiempo asimiló tener era todo debido a ella. Se hubiera hechado a reír si alguien le decía que la persona con la que sentiría ese "cariño" tan especial, nacería casi 40 años después y de mano de dos de sus mejores amigos. Pero supuso que el no pudo controlar todo, eso se fué de su alcance.

Si, Bra estaba tan prohibida como su amor por ella. Pero eso era igual de emocionante que enfrentarse a un nuevo enemigo poderoso, que tal vez así sea. En un futuro no muy lejano iba a tener que plantarle cara al asunto y pelear con cuánta gente se oponga que no serán pocas entre ellas el mismísimo Vegeta. Estaba más que seguro que él le daría la paliza de su vida ni bien se enteré, pero era un riesgo que estaba más que dispuesto a correr por ella y que lo valdría sin duda alguna.
Pero por ahora eso era un asunto aparte, ahora se concentraría en seguir disfrutando de sus besos, de sus caricias y de sus pequeños encuentros prohibidos llenos de amor. Aquella joven mujer era tan suya como él de ella y eso simplemente le encantaba.