Gardenia

capítulo 1

Bajé las escaleras rápidamente intentando no caerme. Me desperté tarde, muy tarde. Tenía que ir hoy a la oficina del Hokage para retomar mi entrenamiento pero me quedé dormida, como una tonta. Tenía el cabello aún mojado y la ropa media puesta, pero poco me importaba. Llegué a la cocina encontrandome con el séptimo. 

— ¿Séptimo? — ¿Que hace él aquí? ¿Y si vino para reprenderme por llegar tarde? Había visto al séptimo enojado, especialmente con Boruto, y podía llegar a ser aterrador. Aún no entiendo como Boruto no le tiene una pizca de miedo.

— Hoy visitaremos a Kakashi-Sensei ¿No lo recuerdas? — Respondió mi padre sin siquiera levantar la vista de Icha Icha. Dios, ese libro lo tiene obsesionado. 

— Oh es verdad.— Demonios como pude olvidar eso, era tan obvio. Estaban vestidos con sus yukatas y preparando las cestas de picnic.

— ¿Ya estás mejor? — Preguntó mi madre mientras ponía su mano en mi frente. 

— Si mamá, solo fue un resfriado. — Me da un pequeño resfriado y mamá casi me lleva al hospital. No fue nada por lo que preocuparse o alarmarse, unos cuantos mocos, dolor en todo el cuerpo y tos. Aunque el dolor de garganta aún estaba presente.

— Lo sé pero hace mucho tiempo no tenías uno y me preocupe cariño, ven siéntate a comer. — Mamá me dió un Sándwich de los que había preparado para el picnic. Envidio a mi madre por cocinar de manera tan deliciosa, además no había probado nada de comida desde ayer en la noche y muero de hambre.

— Deberías salir tu también, después de todo tienes el día libre. Te preparé una cesta con comida para que lleves. — Un día libre que no quería. El séptimo fue quién me convenció de tomarlo, despues de una larga discusión. 

— Tranquila mamá, los chicos y yo nos reuniremos. — También olvidé eso, como una tonta. No me bastaba estar desconcentrada en la oficina pensando el idiota de Boruto sino que ahora la gripe me hace olvida hasta este tipo de cosas. 

— Ya era hora, Boruto ha estado reclamandome que te doy demasiado trabajo y por eso nunca sales con ellos.— ¿Había estado preocupado por mi? Mis mejillas ardieron y solté una pequeña sonrisa. Me estoy comportando como una tonta enamorada, oh espera, SOY una tonta enamorada. Levanté mi vista asustada pero por suerte nadie notó nada. — Deberías tomarte unas vacaciones y también los fines de semana libres para salir con ellos.

— Naruto tiene razón. Cariño, desperdicias tu juventud encerrada en esa oficina.— Dijo mamá mientras le daba a papá una cesta para que cargara.

 — Pasaste mucho tiempo con Gai ¿No es así? — Bromeó el papá, sacándonos una carcajada al séptimo y a mí. 

— Que gracioso. Y tú deja de reírte y ayuda a cargar con al menos una cesta.— Respondió enojada apuntando al séptimo. 

— Oye necesito mis manos libres, despues de todo yo llevaré lo mas pesado. El sake. — Por primera vez papá levantó la mirada para ver con disgusto al séptimo. Y era obvio porque, papá tiene poca tolerancia al alcohol. 
— No me mires así, a Kakashi-Sensei le encantará verte borracho.

— Hija ya nos vamos, recuerda que tu hermano se quedará con Ino esta noche, recuerda cerrar la puerta cuando salgas, llegaremos muy tarde y diviértete.— Me despedí de ellos mientras salían de la casa. Subí de nuevo a mi habitación para buscar mi yukata y alistarme de forma linda. 

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El Hanami estaba en su mejor momento. La noche había llegado. Las luces de la cuidad deslumbran las calles. El ruido de niños corriendo y personas hablando era ensordecedor. Un hermoso paisaje para cualquiera, pero aún así prefería estar en la oficina que en ese lugar sintiéndome patética.