Final

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Di una gran bocanada al sentir el aire volver a mis pulmones, tosi unas cuantas veces mas y luego solo lo miré a él en silencio. No había escuchado mal, dijo que me ama. Una pequeña sonrisa apareció en mis rostro no creyendo lo que pasaba. Estuve a punto de morir y todo este tiempo fui correspondida.  
 
— Estas respirando. ¿Porqu- — Se detuvo cuando lo entendió todo. Me miró sorprendido y luego se acercó a abrazarme. — Te amo, te amo, te amo mucho Sarada.  
 
— Yo también lo hago, no tengas duda de ello.— lo abracé igualmente. Me sentía felíz, era correspondida, iba a vivir. Lágrimas de felicidad cayeron por mis mejillas al igual que a Boruto. — Gracias por amarme.  
 
— ¿Bromeas? Eres increíble, bella, inteligente y tu carácter es insoportable. ¿Como no quererte siendo así de perfecta? — Reí.  Siempre encontraba las palabras perfectas para hacerme reír. — Por eso no podía permitir que murieras por alguien que no te valorará. Sarada demonios estuviste a punto de morir. ¿Sabes lo horrible que se sintieron estos últimos minutos?  
 
— Lo siento. 
 
— Deja de repetir eso, suenas como una tonta.— Sonreí nuevamente y cerré mis ojos mientras descansaba mi cabeza en su hombro. Después de semanas angustia por fin podía sentirme en paz. Mis padres estarán felices de verme bien. ¡Oh dios, mis padres!  
 
— Boruto, hay que irnos. Mamá y papá tienen que estar muy preocupados. — Boruto se levantó y me ayudó ya que aún estaba débil y caminamos a casa. Las pocas personas despiertas nos miraban ya que ambos estabamos llenos de sangre pero poco nos importó. Pude visualizar a mi padre venir corriendo hacia mí, era obvio que estaba preocupado, enterarte que tu hija tiene hanahaki despues de no verla por mucho ha de ser horrible.  
 
— Sarada.— me abrazó suavemente ignorando la presencia de Boruto, el cual solo se apartó para darnos espacio. Podía sentir lo tenso que estaba, posiblemente no sabía como abordar el tema.  
 
— ¡Sarada! Por dios mirate como estás, llena de sangre.— Dijo mi madre llegando e interrumpiendo el abrazo. — todavía hay tiempo. 
 
— Mamá, todo está bien.— Traté de calmarla, mamá realmente se veía muy angustiada y si no hacía nada era muy posible que la iba a caer muerta no sería yo. 
 
— No Sarada, no puedo dejarte morir.— Esta vez su voz sonó un poco mas fuerte, estaba enojada. La agarré de los hombros y la hice mirarme. 
 
— Mamá, todo está bien. Ya no hay más Hanahaki, soy correspondida.— Aún había desconfianza en su mirada pero poco a poco esa desconfianza fue desapareciendo. 
 
— ¿Ya no hay más?  
 
— No mamá, no más. Te lo prometo.— El rostro de mamá se llenó de alivió y pronto, mamá y papá me abrazaron fuerte. Mamá lloraba de felicidad mientras papá nos abrazaba a ambas sonriendo, todo lo malo ya pasó.  
 
— ¿Quién? — Escuché decir a papá mientras se rompía el abrazo. Ni siquiera tuve que responder la pregunta cuando se dieron cuenta de la presencia de Boruto. Mamá  parecía muy sorprendida, como no estarlo si le dije que era alguien mayor y casado, y Boruto no calza muy bien con esa descripción. Papá se dirigió hacía él, pude ver la expresión de miedo en el rostro de Boruto pero cambió a una de sorpresa cuando papá lo abrazó.  
 
— Gracias, por salvarla.— Boruto solo le sonrió mientras papá se alejaba. 
 
— No me agradezca, amarla es un privilegio. — Me dedicó una mirada mientras me sonreía y sin darme cuenta ya estaba sonrojada hasta las orejas. Voltee a ver a mamá con enojo al escuchar su risa. 
 
— Como no pude darme cuenta.— Negó con la cabeza varías veces. Solo agache la cabeza avergonzada, por esto nunca quise enamorarme.— Como sea, vamos a casa que necesitas comer y darte un baño. Sasuke tu ve por Satoshi y de paso invitas a Naruto y Hinata a cenar. Hay que darles la notícia.  
 
— ¡Mamá! Estas exagerando. Además Boruto y yo ni siquiera hemos tenido tiempo de hablarlo.— Lo sabía, sabía que mamá haría algo como eso. Moriré de vergüenza.  
 
— Tendrán mucho tiempo en la tarde, ahora vamos.

__________

Me senté en la cama con un poco de desánimo. Recién miraba a mamá mirando nuevamente las cartas del sexto, con aquélla mirada. No podía evitar sentir que era mi culpa. Desperté ese dolor en mamá.

— Sarada ¿Estás bien? — Levanté la mirada encontrandome con mi padre en la puerta.

— Creo que deberías ir a ver a mamá, ella está viendo las cartas.

— Tu madre está bien. Tuvo un día muy agitado y esas cartas suelen darle tranquilidad. — Tiene sentido pues las cartas sólo hablaban de lo fuerte y hermosa que es mamá. — No es tu culpa. ¿Cómo sabes sobre las cartas?

— Soy ninja. — Respondí con obviedad. Papá sólo se limitó a reír. — ¿Nunca te molestó que estuviera enamorado de mamá?

Papá suspiró y se sentó junto a mí.

— Claro que no. Él sólo me dio una lección más. Cuidar y amar al hermoso ser que es tu madre. Mientras yo ignoraba todo el amor que ella me daba otra persona moría sin siquiera tener la oportunidad que yo tenía. Aunque me hubiera gustado aprenderla de otra manera. — No dije ninguna palabra, ni el tampoco. Era cierto que desde la muerte del sexto papá se volvió más atento con mamá. Otra duda vino a mente pero está vez era sobre Boruto.

— ¿Porque llamaste a Boruto específicamente? — Papá no llamó a nadie más y en la mañana no parecía muy sorprendido que digamos.

— Cuando escapaste en la mañana hicimos algunas llamadas. ¿Sabías que al dobe le gusta la botánica? Gracias a eso supimos que tipo de flor eran. Gardenia. Para tu madre no fue un gran dato pero yo recordaba muy bien que Boruto te regaló unas gardenias hace un tiempo, cierto chico que por cierto te hacía sonrrojar y desconcertrarte. Así que lo llame con la escusa de saber si te había visto.

— ¿Soy tan obvia?

— No. Simplemente te conozco y me fijo en esos pequeños detalles. Ahora bajemos que nos están esperando.

— Tienes razón.

La fiesta realmente pasó muy rápido. Así como la noche igualmente.  Vino la familia de Boruto, tanto como el sexto como Himawari e Inojin. Boruto vistió de traje y dio La noticia de nuestra relación.  La noticia de que Boruto era a quién amaba por alguna razón realmente sorprendió a todos. Y por fin después de mucho tiempo pude ver a papá dejar a un la icha icha por unas horas.

Finalmente cuando todo pasó dormí en casa de Boruto. Bueno, realmente no dormimos exactamente. Solté una pequeña sonrisa al recordar la noche anterior. Boruto fue amable y gentil. Aún podía sentir sus suaves caricias sobre mi piel, su sonrisa para no preocuparme, el sudor en nuestros cuerpos, los suspiros y finalmente su respiración sobre mi cuello cuando ambos terminamos. Toqué mi cuello recordando sus besos en esa zona. Miré a un lado donde Boruto me miraba con esa estúpida sonrisa.

— Buenos días. ¿Cómo estás?

— Nunca me había sentido mejor.— Le sonreí.

— ¿En qué pensabas? — No respondí y me acerqué a él.

— En lo afortunada que soy de tenerte. — Finalmente lo besé. Correspondió felizmente al beso y puso sus manos sobre mi cadera apretandome más a él. — ¡Oye! ¿No estás satisfecho con lo de anoche?

— Nunca podré cansarme de ti, eres adictiva. — Me besó nuevamente pero esta vez fue un beso más lento. — te amo, Sarada Uchiha.

— Yo también te amó, Boruto Uzumaki.

¿que les pareció? Estoy realmente feliz de terminarla y lo siento si es un poco corta.
Me gustó mucho escribir lo capítulos e incluso improvisar algunas escenas.
Como siempre espero ver sus comentarios.
Espero que les gustara y gracias por leer.

See ya🤗

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⏰ Última actualización: Oct 29, 2020 ⏰

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