La Magia de Leer como un niño

El mejor regalo

Natalia era un niña muy juguetona y divertida, era el mayor tesoro del doctor Roberto, todas las noches la sentaba en sus piernas para leer un cuento y cantarle una canción improvisada de personajes ficticios, el tiempo que le dedicaba a ella, eran únicos y memorables.

Era Navidad cuando Natalia escribió una carta a santa Claus que decía de esta manera:

"Santa Claus este año no me traigas ninguna muñeca yo quiero libros ilustrados para leer con mi papi todas las noches, donde vengan animalitos, pajaritos y seres mágicos, para que me visiten y me cuiden cuando tenga pesadillas ya que a veces mi papá se queda muy dormido, gracias santa, TE AMO".

- Papá, papá, ya le hice la carta a Santa Claus.

El papá tomo la carta con mucha ternura y suspiro profundamente, lo único que él deseaba en esta vida, era que nunca dejará de ser una niña ni que mucho menos le hiciera falta en su vida.

- Hija, mi amor, es hora de dormir, si no Santa Claus se va a enojar contigo y te va a traer un carbón quemado en tu cama.

- Ya voy papi solo guardo mis muñecas.

Mientras más pasaba la noche, el viento soplaba con fuerza hacia las cortinas del cuarto de Natalia, como si se tratara de una gran tormenta.

Natalia no podía conciliar el sueño y solo miraba la ventana con las manos puestas sobre el cristal húmedo.

- Ya quiero que venga santa, no quiero que se muera de frío, decía Natalia con voz quebrada y triste mientras se limpiaba las lágrimas.

-papá puedes venir.

-Claro hija, para eso estoy, para amarte y protegerte.

- Papi ya quiero que amanezca, me das un abrazo de oso, así fuerte y tierno como se los dabas a mi mamá

- Si mi amor

Natalia sentía la protección de su padre con solo estar en sus brazos, era para ella como su superhéroe favorito, solo que, con barriga y entradas, pero al final de cuentas era su mejor amigo y lo amaba con toda el alma.

Horas después

Al asomarse los primeros rayos del sol, la luz penetraba sobre la ventana del cuarto de Natalia, era algo molesto para ella.

- Ya es de día mi amor, decía el papá con un tono alegre.

Natalia pegó el grito de felicidad, extendiendo sus pequeños brazos delgados hacia el techo y gritando de emoción.

- ¡Por fin amaneció!

En ese momento Natalia empezó a buscar entre las sabanas, debajo de la recámara y el ropero, pero no encontró nada.

-Papá crees que Santa se olvidó de mí?

-Claro que no mi amor, Santa no se olvida de una niña linda y obediente como tú.

-Papá entonces que le paso a Santa?

El papá de modo sarcástico le dijo:

- Tal vez no pudo entrar por la chimenea por lo gordo que esta.

- Bueno está bien papá tienes razón, Santa está muy gordo, tendrás que hacer una chimenea más grande para la próxima navidad.

Entre el canasto de juguetes estaba una caja de madera con acabados elegantes en forma de animales, la caja tenía un olor a pino y a libro nuevo.

- Mira papá esta caja de madera no la había visto, parece que Santa Claus la dejo para mí.

- Ve, ábrelo hija.

Natalia apenas tenía fuerzas para levantar la caja

-Papá ¿me ayudas? esta muy pesada la caja de madera.

El nombre del libro era "Julio y sus amigos del circo mágico" que venía con una edición especial, incluyendo los personajes del libro ilustrado tallados en madera.

Natalia al ver el tan preciado detalle de su papá, empezó a llorar.

-Quiero que lo guardes muy bien y prométeme que este será el símbolo de nuestro amor entre padre e hija para toda la vida.

- Si papá te lo prometo.

Cayendo la noche Natalia tomaba una silla para poderse lavar los dientes.

-Hora de dormir mi amor.

Acostada sobre la cama, Natalia leía un poco de aquel cuento ilustrado con las ventanas abiertas de su recamara, recibiendo el aire frío de la noche.

Se comentaba ella misma.

-Quisiera ser como Julio, él tiene amigos que son animales que hablan, lloran, se divierten y no se preocupan por nada, solo de hacer felices a los niños del circo mágico.

En ese momento, sobre el cielo estrellado, una estrella fugaz se hacía ver sobre la ventana de la habitación de Natalia, como todo niño de 5 años, ella pidió un deseo.

- Quiero que los personajes se hagan realidad y sean mis amigos.