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Lo miré bien y se puso de pie, sonrió levemente y caminó hasta la puerta, mientras caminaba me percaté de lo que tenía puesto. Llevaba puestos pantalones de dormir y una camiseta blanca.

- ¿Cuándo y cómo te cambiaste? -pregunté haciendo que se girara a verme.
- ¿Cuándo? Hace cinco minutos mientras tenías un sueño erótico conmigo -maldito traicionero- ¿Cómo? Cómo todo el mundo -se encogió de hombros, sentí la sangre en mis mejillas, ¡Puede ver mis malditos sueños!
- No, no eso -dije nerviosa- sino que ¿Cómo si no tenías ropa? -pregunté.

De repente yo ya no tenía un camisón de seda rojo con encaje, sino uno negro. Negro como la noche. Me miré bien y luego a él, sonrió de costado y me miró fijo haciendo que mi respiración se agitara.
- Eso responde a tu pregunta, preciosa -respondió- y te ves condenadamente bien con ese camisón negro -recorrió mi cuerpo con la mirada mientras se mordía el labio inferior haciendo que mi cuerpo ardiera de deseo por él.
- ¿Puedes irte? Quiero dormir -me quejé y me volví a acostar. Sentí que se acercaba a mí de nuevo.
- Hasta mañana preciosa, que sueñes conmigo -me susurró al oído y besó mi frente.

Cuando sentí la puerta de mi habitación cerrarse, dejé que toda la tensión abandonara mi cuerpo. ¿Que voy a hacer? ¿Qué es lo que tengo que hacer? Debo estar loca. Sí, creo que estoy muy loca, el diablo en mi casa, sensualmente provocador, condenadamente sensual, ¿Qué va a ser de mí? Sólo deseo que esto sea un sueño.






JEON JUNGKOOK

1, 2, 3 y desaparece ¡Wow, esto sí que es divertido! Maldita sea, me pone de muy mal humor no poder follar, cuando tengo unas tremendas ganas de hacerlo. Barba, creo que vamos a tener que discutir esa pequeña cuestión hermano. Dejé en la mesa el muñequito con el que estaba jugando y me recosté en el sillón. Ahora ella debe estar pensando que es lo que quiere a cambio de su alma. Una excitante mujer está durmiendo en la habitación que está a mi lado, una mujer extrovertida y audaz. Rose diría que soy un pelele. Según ella, yo por ser el Diablo, ya tendría que tener un hijo. Como Dios. Una mujer a la cuál mantener a mi lado por el resto de la eternidad. Como Dios. Rose, está por así decirlo, enamorada de un hombre llamado Seokjin, el cual también lo está de ella. Dice que ahora sabe porque las personas pueden llegar a morir por amor, es algo que se siente en medio del pecho y te hace sentir muy vulnerable. Algo que nunca me pasó, porque no creo y no tengo ganas de enamorarme, es muy cursi. Nunca estuve con una mujer por el simple hecho de que nunca deseé tanto a una.
Scarlett Olsen es en este momento, lo que más deseo de este mundo.










SCARLETT OLSEN

¡Maldita sea! ¡Maldito tren! Me senté en mi cama, mientras escuchaba como las ruedas del tren hacían un horrible ruido contra las vías. Miré el reloj de la mesita de noche, 7:30am. La misma hora de siempre, lentamente mientras mi cuerpo iba despertando mis sentidos y movimientos, me destapé, mi camisón ¿Era negro? No... no, mi camisón Era rojo. ¡JUNGKOOK!
Rápidamente me puse de pie y salí de la habitación. Lo busqué con la mirada, pero no estaba, tal vez haya sido un sueño y yo realmente estoy loca. Hasta que de lejos empecé a escuchar el sonido de la ducha. ¡Maldición! Me acerqué y con cuidado abrí la puerta, el agua caía excitantemente por su bien formado cuerpo ¡Dios, eso era mucho mejor que en mis sueños! ¿Cómo sería tocarlo? ¿Será real? Giró dándome la espalda, mi mirada se posó en el final de su espalda, un raro tatuaje de exóticos colores, se movía con cada pequeño movimiento de su cuerpo, contrastando la tinta negra que cubría su piel en otras partes de su cuerpo. ¡Es maravilloso! Mordí levemente mi labio inferior.

- Puedes pasar, preciosa -me sobresalté ante su profunda voz, con él aún dándome la espalda- si quieres puedes bañarte conmigo -salí rápidamente de allí.

Entre a mi habitación, algo agitada cerré bien la puerta. Nerviosa abrí mi closet y empecé a buscar ropa, ropa, ropa ¡Maldita sea! ¿Qué mierda es lo que voy a buscar aquí? Si mi ropa de trabajo está en el armario de la sala. Tocó tres veces.

- ¿Sí? -dije, aclarando disimuladamente mi garganta, seguí buscando algo que no iba a encontrar. La puerta fue abierta.
- Hola, preciosa ¿Cómo has dormido? -me preguntó entrando por completo. Sin mirarlo ya que no podía hacerlo, tomé una toalla y salí de allí con él siguiéndome.
- Bien ¿Y tú? -pregunté nerviosa y entré al baño.
- Excelente -respondió, giré y cuando lo hice choqué levemente contra su duro pecho. Su respiración chocó contra mi rostro y me miró fijo.
- Se hace tarde para el trabajo -dije alejándome de él.
- No, ya no -respondió alzando levemente los hombros. Lo miré extrañada cuando el teléfono empezó a sonar, aún mirándolo fuí lentamente a contestar.
- ¿Hola? -contesté.
- ¿Qué hace mi amiga? -dijo con voz chillona, respiré aliviada.
- Bea -dije sonriendo levemente- ¿Dónde estás? -pregunté.
- Buen día, ¿Cómo has estado? Que yo sepa no dormí allí anoche -dijo quejumbrosa haciéndome reír por lo bajo.
- Buen día amiga, estoy bien ¿Y tú? -le pregunté haciéndole reír.
- Bien, muy bien -dijo pícara, con eso me dí cuenta de a qué se refería.
- Estás con Sehun -afirmé.
- Pues claro que sí -me dijo riendo- te manda saludos.
- Salúdalo igual -respondí divertida.
- ¡Oh! antes de que me vaya de tema -dijo.
- Como siempre -rodé los ojos, ella se quejó- bueno, ¿Qué pasa?
- Tenemos vacaciones -dijo, miré a Jungkook y él sonrió.
- ¿Qué? -le pregunté, escuché un gruñido frustrado de mi amigo el Diablo, lo volví a mirar y me hizo un gesto de molestia.
- Sí, no sé que le pasó a Minho que le dieron vacaciones y nos dió vacaciones a todos -explicó.
- ¿Me estás hablando enserio? -dije sin poder creerlo aún.
- Lo mejor de todo es que tenemos salario incluído. ¡Vacaciones pagadas Scar! -dijo emocionada
- Es grandioso -hablé emocionada también.
- Te lo dije -me dijo Jungkook, sonreí por lo bajo.
- ¿Estás con alguien, Scar? -me preguntó Bea, volví a la conversación.
- Mmmh, sí -le dije después de unos segundos.
- ¿Con quién? -me preguntó cómplice.
- ¡Preciosa! ¡Apúrate cariño, el desayuno se enfría! -dijo fuerte haciéndome girar a verlo.
- ¡Esa es la voz de nuestro nuevo jefe en admi, Scarlett! -dijo sin poder creerlo mi amiga.
- No... -hablé nerviosa- o sea... bueno, sí, es él -dije y dejé de mirarlo, Bea rió.
- No puedo creerlo ¿Y qué tal? ¿Es bueno? -me preguntó, reí con ganas, si ella supiera que no puede tener sexo, creo que se muere.
- No lo sé. No me acosté con él -dije y le dediqué una mirada fija. Sonrió divertido.
- ¿Cómo que no te acostaste con él? -dijo como si fuera algún pecado o algo imposible- Scar, ese hombre está que arde.
- Lo sé, lo sé, pero no pasó nada -reiteré.
- Pues, aún no puedo creerlo -me dijo, ambas reímos.
- Bueno amiga, gracias por la noticia. Iré a dormir de nuevo -Bea se aclaró la garganta.
- Sí, claro, como si fuera fácil dormir con un súper bombón en tu casa -me dijo haciéndome reír divertida- yo también voy a seguir durmiendo.
- Sí, claro, mientras tienes en la cama al maniático del sexo Oh Sehun -ella soltó una carcajada.
- Le diré eso -dijo divertida- adiós amiga, nos vemos luego.
- Claro cariño, adiós -dije y colgué, lentamente me giré a verlo.
- Hablan como cotorras -me dijo, sonreí levemente.
- ¿Cómo hiciste eso? -le pregunté silbó haciéndose el tonto- voy a bañarme.
- ¿Necesitas ayuda? -me preguntó, mis pasos se congelaron- Podría pasarte la esponja por la espalda -dijo sonriendo pícaro mientras me recorría con la mirada de arriba a abajo.

E.D.D → JEONJUNGKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora