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Le encantaba sentir la brisa del aire tocar su mejillas, le encantaba sentir como movía su cabello despeinandolo en todas direcciones y como el aire se metía en sus pulmones casi ahogándolo irónicamente. Le encantaba mirar las estrellas en lo mas alto del firmamento, ver a la luna ocultarse detrás de las oscuras nubes para dejarse ver de nuevo lentamente.

El piano se encontraba quieto justo al lado suyo frente a la ventana pero parecía aun escuchar la melodía que sus manos dibujaron sobre el hace unos momentos. Era amor. Tocar el piano para si mismo le daba tanta paz y sentía tanto amor al hacerlo que la posibilidad de que una persona llegara a hacerle sentir lo mismo era casi nula. Amaba la música con su vida, cada nota que salia de aquel piano podía calmar cualquier tormenta que sucediera en su mente. 

Hasta que Bogum llego a su vida y esa tormenta no era calmada ni con mil notas emanadas de un piano, pero no le molestaba. La música había encontrado un rival porque ahora su tranquilidad estaba en un par de ojos que lo hacían caer en un abismo que lograba acelerar su corazón de una manera inexplicable. Nunca había besado sus labios pero el solo hecho de imaginarlo, que la brisa que toca su rostro fueran esos labios apenas rozándolo pero logrando dejarlo sin aliento. Nunca creyó llegar a sentirse así hacia alguien y no creía volver a hacerlo de nuevo. 

Pero en todo cuento de hadas siempre existe un malo con el fin de acabar con el amor que existía entre los protagonistas. Un poco infantil pero Taehyung prefería verlo así, Minho siempre estaba tras de el, hablando mal de Bogum y engrandeciéndose a si mismo. Le daba unos cuantos detalles y fuera de su alarde por hacer ver mal a Bogum ante sus ojos, era un chico muy lindo y le dolía un poco tener que rechazarlo pero deberán comprenderlo, su corazón ya le pertenecía a alguien mas. Si tan solo Minho pudiera comprender eso.

Era misterioso hasta cierto punto, a Taehyung no le preocupaba que la escuela supiera sobre su orientación sexual, pero a Minho al parecer si. Cuando le entregaba algún regalo procuraba que fuera donde nadie, absolutamente nadie, los viera y era algo que Taehyung no comprendía de el. ¿Si llegasen a tener una relación, se tendrían que ver a escondidas? era algo que simplemente no ocurriría. 

No solo el era misterioso sino que su familia también lo era. Tal vez estaba siendo paranoico pero el hecho de no sabia exactamente de donde venia Minho y porque lo transfirieron de una escuela por alguna razón que nadie sabe, le daba un poco de miedo. 

No quería juzgarlo, por ello un dio le ofreció ser amigos en vez de tener una relación de novios pero este se negó rotundamente, el ramo de flores fue arrojado al suelo y la mirada de Minho se oscureció. Taehyung sintió su cuerpo ser empujado contra la pared a su lado mientras las manos ajenas lo tomaban con fuerza por los brazos.

"El amor jamas vas a encontrar, por que una maldición he puesto en ti. Si alguien se enamora completamente de tu ser, no despertara para ver el amanecer."

La confusión llenaba su rostro y sus pensamientos. Minho lo dejo ir lentamente y se fue sin mirarlo de nuevo, perdiéndose entre los estudiantes que comenzaban a salir de sus clases. ¿Que había sido eso? La palabra maldición no dejaba su cabeza y comenzó a entrar en pánico al creer que algo malo podría sucederle. Tal vez solo lo dijo por que estaba furioso, todos decimos disparates cuando no pensamos con coherencia y nos dejamos llevar por el enojo pero, ¿Y si era cierto?

Miro las flores en el suelo recordando otra vez lo sucedido, -Es una locura- se dijo a si mismo y emprendió su camino por el pasillo hacia su clase para recoger sus cosas y marcharse lo mas pronto posible. Sus pasos eran rápidos, apresurados, incluso parecía estar corriendo y no sabia el por que. Sentía que tenia que huir hasta la comodidad de su casa, tocar un poco el piano para aclarar su mente y sentarse frente a la ventana para que la brisa del aire se llevara toda la angustia que se acumulaba en su pecho a cada paso que da dejándolo exhausto. 

¡NO TE ENAMORES! | KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora