Capítulo Siete: Las Piezas

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Sale de la habitación de la princesa, y se encamina desesperadamente hacia el baño de empleados. Una vez termina de hacer sus necesidades, se topa con los dos empleados que anteriormente les había oído hablar acerca del cuadro.

Jihyo mira a los varones, y ellos dejan de platicar.

—Oh, siento interrumpirlos, solo quería saber donde colgaron el cuadro.

—La pintura fue colgada en el salón del té.—responde uno de ellos.

—¿Salón del té? Creí que mayormente la realeza bebía té en el jardín.

—Es poco frecuente, es el salón más pequeño del castillo, pero con una vista agradable.—describe el otro varón.

Jihyo se despide y va en busca de Jeongyeon, con la idea de que ella la acompañe hacia aquel salón.

—¡¿Podemos ir?!—le grita. La rubia deja de limpiar y la observa. Coloca los materiales a un lado, para que estos no estorben.

—Claro. Solo evitemos a la anciana.—contesta y seca sus manos.

Recorrieron cada pasillo en silencio, para no lograr ser atrapadas, hasta llegar al salón del té. Jihyo pensaba que era muy pequeño, pero tratándose del castillo, ningún espacio es lo suficientemente pequeño. Es elegante, sostificado y tiene un buen olor. Los cuadros eran por montones, alrededor de ocho en una sola pared, y los que faltaban por colgarse. Jihyo se adentra silenciosamente, el salón es iluminado por un cristal que permite entrar pobremente los rayos del sol, ya qué hay muchas plantas, pero aquellas plantas brindan una vista agradable, como el hombre hace poco lo había descrito.

Luego se dirige a observar cada cuadro. Logra sentirse cautivada y a la vez perdida al observar cada pieza.

Sus ojos se dirigen rápidamente a la pintura de dos niñas, una rubia y la otra pelirroja. La niña pelirroja sostiene la mano de la niña rubia, y ambas cruzan el portón. Luego continúa viendo otra pieza, que no logra conectarse a la que anteriormente ha visualizado, es solo una especia de planta dibujada, no lograba ni comparase un poco con las que anteriormente habían recolectado.

Se acerca al montón de pinturas y acaricia la dura textura de los marcos bronceados, que adorna su alrededor.
Voltea la pintura y en esta observa a
la niña pelirroja susurrarle algo a la rubia.

"Tal vez las mellizas estaban jugando, y la princesa Sana quiso plasmar ese recuerdo en sus obras." Teoriza Jihyo.

Continúa localizando otra de las pinturas, una mujer con postura cabizbaja y ojos lloroso, su piel es gruesa como la de un tronco, y a su alrededor una corona de rosas clavada con espinas. Es como si fuera una reina condenada. Jihyo entrecierra sus ojos, y trata de colocar las pinturas en un orden cronológico, para aclarar la duda de qué hay una historia tras esas pinturas.

—¡Jihyo!—Jeongyeon se acerca a ella mientras escucha a ésta reír.—Esta pintura es muy graciosa, tiene mucha relación con lo que me contaste.

Jihyo se acerca un poco más hacia Jeongyeon, y ve el cuadro. Abre sus ojos de la impresión, y la otra pintura que está en sus manos cae, esto provoca que el marco bronceado se rompa.

—¡Jihyo! ¿Qué diablos has hecho? Este marco de bronce cuesta más de lo que ganamos en 5 años.

Jihyo solo sigue concentrada en el cuadro. Se acerca un poco más y ve la fecha del cuadro, no indica una fecha reciente, si no de hace dos años. Y juzgando por la textura, esto confirma que fue hecha por la princesa hace mucho tiempo.

La pintura representa a la princesa escalando la muralla de espinas, mientras alguien se ocultaba en las escaleras al otro lado del muro.

—Ella lo sabía.—es lo que Jihyo logra decir.

SECRET GARDEN [비밀정원] | SAHYODonde viven las historias. Descúbrelo ahora