Alexander The Warlock

Capitulo 29

Estoy en mi habitación tratando de asimilar todo lo que ha pasado, todavía no puedo creer que yo soy malo en otro mundo. Bueno al parecer no fue totalmente mi culpa ya que la persona que se hace pasar por mi papá me engaño, y tampoco encontré a Am a tiempo. Siento que ya no puedo con esto de la magia, al principio era muy excitante ser una persona tan poderosa, pero ahora todo siempre recae en nuestros hombros y estoy cansado de salvar el mundo cada día sin parar.

Sé que no debería quejarme, pero es que no puedo seguir siendo algo que no soy. Si, soy un brujo, soy un hermano, un amigo y soy muchas cosas, pero no soy un héroe y nunca he tratado de hacerlo antes de esto. Extraño mi vida de normalidad, sé que el que no debe ser nombrado me lastimo mucho, pero extraño ese tiempo cuando estaba mamá conmigo y era feliz siendo ignorante de la vida mágica. Sé también que es un deseo egoísta, pero no puedo evitarlo.

-Hey- escucho a Joseph entrar en mi habitación. Ya no le tengo tanto rencor como antes, solo esta esa pequeña flama de traición, pero ya no lo odio como antes-¿estás bien?- pregunta

-¿Por qué preguntas eso?- le digo casi en un susurro. No se porque sabe que tengo muchas dudas en mi cabeza.

-Solo te conozco- dijo encogiéndose de hombros- sé que no compartimos mucho tiempo, pero el tiempo que lo hicimos te llegue a conocer bastante- me quede sorprendido. No sabía que decir, solo me le quede observando a los ojos.

-¿ Ah si?- fue lo único que pude decir. ¿En serio dije eso?, por favor trágame tierra, que vergüenza

-No se porque te sorprendes tanto, eres una persona difícil de no observar- sé ríe al parecer recordando algo- sé que te muerdes los labios cuando estás pensando en algo, sé que cuando estás enojado no piensas mucho y solo actúas por instinto- siguió- sé que amas con locura y harías cualquier cosa por alguien a quien amas, sé también que- hizo una pequeña pausa para ver si le seguía y solamente asentí- te hice mucho daño, por mentirte y por no hacer muchas preguntas a los ancianos- sé ríe y a la misma vez está serio- pero solamente quería pedirte disculpas por todo lo qué pasó. No me arrepiento de lo qué pasó entre nosotros, lo único que me arrepiento es en mentirte y herirte de la forma en que lo hice- termina

No se en que momento comencé a llorar, pero tenía unas cuantas lagrimas en mis mejillas. No se si fue por lo que me dijo o porque ya tenía mis emociones a flor de piel, pero este gran idiota me había hecho llorar y no sabía que hacer con eso.

-Yo, no se que decirte Joseph- le dije girando mi cara para que no me siguiera viendo llorar. Sentí como tomaba mi barbilla y me hacía girar mi cara para verlo a los ojos

-No tienes que decir nada- dijo mientras limpiaba mis lágrimas con su pulgar- solamente necesitaba decírtelo, y me he tardado en hacerlo- me reí porque la verdad si se había tardado, pero es mejor tarde que nunca.

Nos quedamos mirando a los ojos casi sin parpadear y sentí mis mejillas arder un poco. Mierda, no me gustaba cuando sabían lo que provocaban en mi. Poco a poco Joseph acercó su cara a la mía y yo no quería detenerlo, quería besarlo, no, necesitaba hacerlo.

Cerré los ojos esperando el beso y sentí cuando me beso. Me sentí en las nubes después de tanto tiempo reprimiendo mis sentimientos hacia él. Era un beso suave y con delicadeza y Joseph me trataba como si llegara a hacer algo brusco la magia se fuera a ir.

Nos separamos por falta de aire y abrí los ojos, Joseph tenía los ojos cerrados y estaba sonriendo. Despacio abrió los ojos para verme e iba a decir algo cuando sin pensarlo solo cerré nuestros labios otra vez. Esta vez el beso fue candente y muy pasional, necesitábamos el uno del otro y estábamos demostrándolo en el beso.