¿Qué es lo que tanto le dices a la luna cuando la noche cae?.
Plegarias pareces susurrar, entre tu llanto mientras te ahogas en sollozos, tus ojos brillan por el anhelo. ¿Cuántas veces te has arrodillado frente a la luna pidiendo piedad? Pues en tus noches parece que el sueño se aleja, te abandona y te deja desesperado en el futón suave de tu alcoba. Cuando aquellos pequeños sonidos de tristeza empiezan a brotar de tu alma pareciera que las estrellas tocan una canción de cuna, cómo aquel sonido de una Kalimba en medio de un bosque en forma de consuelo.
Pequeño Alfa de ojos tristes, que te ahogas en dolor, pues tienes una marca no deseada, el jubiló que antes brillaba en tu rostro se lo ha llevado la desgracia.
Dulce Alfa que ha quedado olvidado por la persona que más amo, al que su lazo lo ha desgarrado sin un poco de piedad.
Frágil ser qué en las penumbras de su hogar se desploma buscando el perdón de un error que no cometió. ¿Porqué no has dejado de orar a la luna aún cuando no parece escucharte?.
He visto cómo tú cuerpo cae de rodillas en tu balcón, como tus manos con cicatrices se juntan y al nivel de tu frente, mientras se mueven tu cabeza mira hacia el cielo esperando una respuesta del destino y los dioses. Te veo cada madrugada, desde mi ventana pareces tan pequeño. Desconozco tu nombre, tu edad, y gran parte de tu vida, desde que llegaste aquí estuviste de boca en boca, pareciera que tú lazo roto no pudiera pasar desapercibido entre este pequeño barrio.
¿Cuando fue la última vez que sonreíste?, ¿Has olvidado lo qué es el amor? O tal vez solo necesitas que alguien tome tu mano y te lleve a las estrellas nuevamente, ahí donde todos somos felices.
