Cuarto Capítulo: ¿Abuelos?

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En ese momento preciso, todo se paralizo, mi corazón, mi mente, todo, era Isaías y estaba vivo, bastante golpeado, pero vivo, llegó en el momento idóneo, nos salvó, mató a las dos personas, que estaban con el Jefe, pero al Jefe, no lo logró matar, él disparó antes, e Isaías respondió, hiriéndolo en el hombro, Isaías tiene una bala en el muslo, está bastante grave.

Dos horas antes: Isaías.

Estos imbéciles, creen que me van a poder alcanzar, vamos !, que en mi clase era el mejor corredor. Logre salir de la habitación, donde dejé a las gemelas, he salido de la habitación, y me encontré a mis ''mejores amigos'', pelearon bien pero no lo suficiente ;que en paz descansen, 

No puedo creer que me he perdido en mi propia casa del terror, por así llamarla, esto es realmente grande, he pasado tanto tiempo en la habitación del dolor, que no recordaba la ubicación de la salida secreta, pero me pregunto si las gemelas han logrado salir con vida... 

Buscando la salida, me he encontrado con una habitación, y he entrado para distraer a mis persecutores, mi mayor sorpresa fue encontrarme a Sharon y Robert, (padres de las gemelas) pero Robert estaba inconsciente y sabía que si los rescataba, moriríamos, no podía cargar con Robert, y correr al mismo tiempo, Sharon tenía una capucha, y estaban atados de pies y manos.

—Isaías, ¿cómo nos has encontrado ?, ¿y las niñas están bien ?.

—No es momento de hablar, tenemos que irnos Sharon... Levántate, te

desatare.—

—Okey,  dejáme intentar despertar a Robert.—

—Sharon creo que esto no va a funcionar, la verdad, déjalo, juro que lo

rescataremos.—

—Estas loco, si crees que lo dejare aquí tirado, es una traición, lo

matarán.—

—Sharon, no lo podemos llevar, sería un suicidio, nos matarían a todos en

vano, lo buscaremos luego.—

—Vete, idea un plan para rescatarnos, cuida de las niñas, intentaremos sobrevivir, entrenálas, diles que las amamos, si esto no funciona, cuida de ellas, es mi esposo, y no lo dejare solo, esta lucha es de los dos. Confío en ti, siempre fuiste un buen hombre, no dejaré que mueras, seria egoísta para mis hijas, cuida de ellas, no las traiciones.—

—Sharon, egoísta seria que te quedaras aquí, esas niñas necesitan a su madre, no las abandones.—

—Sigue con el plan principal, tengo esperanza, saldremos de esta, pero no puedo dejarlo solo, no me lo perdonaría, y tampoco me perdonaría, que murieras por nosotros, solo te pido que te vayas, largo, cuida de ellas y de ti , nos veremos en otra vida—

—Hasta pronto Sharon, siempre seras la mujer perfecta. Te sacare de aquí.—

He decidido salir de la habitación, las lágrimas caen por mis ojos, tengo remordimiento, no la debí dejar quedarse, no sabiendo lo que hago. Tengo que encontrar una salida rápida, antes de que me localicen, si lo hacen, todo sería en vano. Espero que las niñas estén bien, y hayan logrado salir. 

Saldré de aquí cuanto antes; veo un poco de luz en una puerta, me arriesgare, creo que esa es mi salida, escucho gritos de chicas, espero que sean las gemelas, y que estén bien, si no lo son, me mataran en cuanto crucé esa puerta, seguiré mi presentimiento, me dejaré guiar, por mis sentimientos espero que no me maten.

Abro la puerta, estoy en la calle, he logrado salir, pero veo tres hombres de espaldas, y de frente a ellos consiguieron ver vagamente, creo que son las chicas, me arriesgare, he disparado, a dos hombres en la cabeza, y seguido de esto acto, he sentido como mi pierna exactamente en la parte del muslo, se contrajo, y sentí un fuerte dolor, no logre estar de pie, pero he disparado, y he herido, al imbécil de mi ex jefe, en el hombro, me sentiría mejor si hubiera sido en la cabeza, dicen que cuando matas al Rey sus séquitos huyen. Las chicas me han ayudado a levantarme, y seguidamente hemos huido. 

Gemelas de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora