1. Mudanza apresurada.

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Me despierto esa mañana escuchando una estruendosa canción del cuarto de al lado.

-¡Jack baja la música, no sé tú pero hay gente que intenta dormir!- digo mientras aporreo la pared.

-Yo no tengo la culpa de que tu seas una dormilona.

Con un cabreo que ni yo misma puedo aguantar me levanto y voy hasta su habitación y abro la puerta como alma que lleva el diablo.

-¡Jackson William Alexander Dawson Smith! Te ordeno que bajes la música ahora mismo.

-Alexandra Vanesa Elizabeth Dawson Smith cuántas veces te he dicho que no entres en mi habitación y me des ordenes.

-Muchas y ninguna de las veces te hago caso osea que baja la música, déjame dormir y por centésima vez no me llames por mi nombre completo.

Volví a mi habitación e intenté dormirme de nuevo pero mi hermano subió todavía más la música así que opté por levantarme darme una ducha e ir a dar una vuelta por el paseo marítimo, desde pequeña me había encantado el mar siempre que podíamos íbamos a la playa pero desde que mi padre se fue no hemos ido mucho.

Cuando llegué había gente haciendo deporte, otras charlando en las terrazas de los bares, sinceramente no sé como pueden sentarse ahí y charlar como si nada estuviera pasando. Me fui al muelle y me senté en las piedras, me relajaba las vistas que había desde allí me hacía olvidar que mi vida estaba a punto de cambiar.

Estaba tan embobada que ni escuché los pasos de nadie hasta que alguien me empujó y caí al agua. Cuando miré estaba Louis mi mejor amigo gay, he mencionado que siempre he querido tener un amigo gay pero lo tengo, siempre consigo lo que quiero.

- ¿Siempre que estoy tranquila y relajada tienes que hacer eso? - digo cogiendo la mano que me tiende y tirándolo al agua.

-¿Y tú siempre que te ayudo tienes que hacer eso? - me dijo.

- Déjame que piense, si -dije mientras me subía a caballito encima de su espalda.

No sé como lo hacíamos pero siempre acabábamos jugando como niños de ocho años. Hemos sido amigos desde que éramos unos críos y ahora seguimos siendo amigos lo cual es increíble ya que no cualquier amistad dura tanto.

Cuando terminamos fuimos a mi casa a cambiarnos de ropa para ir a comer algo.

- Creo que tengo una muda tuya por algún lado - digo mientras pongo patas arriba mi habitación.

-Alex como puedes ser tan desordenada - me dice.

- Porque así encuentro todo más rápido. La encontré - digo lanzándole una bolsa de deporte.

Una hora y media más tarde ya estábamos sentados en una mesa de nuestro restaurante favorito.

- Ves si tuvieses las cosas ordenadas encontrarías todo más rápido.

- No empieces otra vez, que me recuerdas a mi madre -digo cogiendo el menú.

- ¿Para que coges el menú si siempre pides lo mismo? - me dice.

-No lo sé, manías mías supongo.

- ¿Tu madre que piensa respecto a lo de irte una temporada a Florida con tu padre?

-Está de acuerdo, el año pasado fue mi hermano y ahora me toca a mi supongo.

-¿Cuánto tiempo?

-Creo que un año entero. Espero que no haya discusiones como las hubo hace 12 años.

-Tenías 4 años, sigo sin entender como recuerdas cada detalle Alex.

-Supongo que tengo buena memoria - dije sarcástica.

Claro que te quiero, idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora