Capitulo 17- Apariencias

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Capitulo 17- Apariencias

Hace 1 jodido mes, que Cuauhtemoc ya no trabaja con nosotros, y sinceramente yo me sigo destruyendo. Cada día me alimento menos, me siento más delgado, la droga consume cada centímetro de mi cuerpo, y mis padres parecen no notarlo.

Por eso los odio, porque nunca han buscado la manera de entenderme, entender cómo me siento, simplemente se largan todo el puto día a sus trabajos, y yo me quedo al cuidado de las sirvientas.

Como siempre me levante, desayune, y me fui caminando al instituto, llegué y sentí las miradas sobre mi

-Miren, ya llego el drogadicto- Como siempre los amigos de Ramiro, fastidiando
-Porque no corras el puto hocico- Le dije desafiante

Marco, y Dorian me aventaron con brusquedad a la pared, yo rebote y caí al piso, fue entonces cuando comenzaron a patearme, ya me dolía mi estómago y la sangre no dejaba de salir de mi boca

-Pará que aprendas- Se alejaron riéndose

Yo me levante con cuidado y me fui al baño, donde me lave la cara, y limpie la sangre de mis labios, mi reflejo me dio miedo, mi rostro se veía demacrado, mis ojos muy rojos como si quisieran salirse de sus órbitas

Entre a clases, y de nuevo las miradas de todos, me senté al final, sin prestar la mínima atención, solo pensaba porque sigo vivo, si ni a mis padres le importo.

La clase terminó, y me fui al parque donde me senté en una banca y me encontré a Cuauhtemoc

-Aristoteles estas bien- Dijo mirandome
- A caso te importa, que milagro que no ande tu noviecito por aquí- El solo suspiro
-Jerry y yo ya no somos novios, nos dimos cuenta de que nos va mejor siendo mejores amigos, que novios- Bah, como si me importara
-Ah mira que interesante- El me miró molesto
-Nose porque me preocupo por ti, si sigues siendo el mismo niñito caprichoso que conocí- Lo mire y coloque un dedo en sus labios
-Pero este niñito, te trae muerto y lo sabes- Sonreí
-Estas muy equivocado Aristoteles, tu actitud y arrogancia han echo que los sentimientos hacia ti, mueran poco a poco, hasta que bueno, desaparezcan- Cuauhtemoc estaba apuntó de irse
-Cuauhtemoc espera, yo- Y entonces sucedió

Me lance encima de Cuauhtemoc, y comencé a besarlo de forma desesperada, el coloco sus manos en mi cintura, me acorralo contra un árbol, y comencé a lamer su cuello, mientras mis manos buscaban el botón de sus pantalones, entonces el rompió el beso

-No así no- Trato de alejarse
-Vamos, se que lo deseas, solo será eso y ya- El me apartó bruscamente
-No Aristoteles, tu solo buscas a quien llevarte a la cama, y yo no seré esa persona, yo busco una relación bien, y estable con alguien, no un mocoso con las hormonas alborotadas que solo piense en cojer- Cuauhtemoc se levantó y se fue

Yo llegué a casa, y encontré a mis padres sentados en la sala

-Donde estabas- Dijo mi padre molesto

Yo ni siquiera conteste y me encerré en mi habitación

















Estas bien pendejo, bien pendejo

GuardaEspaldas  (ArisTemo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora