Capítulo 5

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Gustabo y Horacio se encontraban en su habitación de su pequeño apartamento, Gustabo se encontraba tumbado boca arriba con los ojos cerrados y un poco inquieto, estaba teniendo un sueño, o más bien, una pesadilla.

Era la misma pesadilla que tenia desde hace mas de 10 años, una pesadilla en la que una voz un tanto rara sonaba en su cabeza y una silueta negra se podía ver a lo lejos, cada día que iba pasando esa silueta se iba acercando más y más a el y cuando este quería correr, unas garras le atrapaban para no soltarlo nunca más.

Horacio abrió los ojos rápidamente, mirando a su lado donde se encontraba su hermano y como todos los días se encontraba gritando a alguien que por favor le soltara y solo hacia mas que moverse, su frente estaba llena de sudor al igual que todo su cuerpo. Horacio se sentía muy mal al verlo así, sin mas espera Horacio se abalanzo a su hermano y solo lo abrazó y le acarició la cabeza con el tal de calmarlo, y así fue, Gustabo se tranquilizo y empezó a abrir los ojos lentamente con el tal de encontrarse la figura de su hermano, como todos los días.

Horacio: Buenos días Gustabo, ¿listo para un nuevo día?- le dedique una pequeña sonrisa para causar paz en él-

Gustabo: H-hola....e-eh s-si...

Horacio: -me dedique a mirarle a los ojos, sabia que tenia miedo, lo podía ver en sus ojos, me causaba temor solo de verle así, el no se merecía esto, sin mas dilatación hable con un tono bajo para seguir propagando paz en él- ¿Otra vez esa maldita pesadilla a la que tanto odio?

Gustabo: S-si, desgraciadamente si. -podía sentir todavía el miedo en mi sangre después de a ver soñado una vez más con esa horrible imagen, de verdad lo odiaba mucho-

Horacio: Vale, no pasa nada, vamos a prepararnos para ir a trabajar, tenemos pendiente ese trabajo del super indigente. -le miré y le sonreí-

Gustabo: -solo asentí y le sonreí causando un poco mas de paz en mi. Me levante rápidamente de la cama y fui hacia el armario a coger la ropa que me iba a poner hoy, salí de la habitación y me dirigí al baño a darme una ducha y a prepararme-

Horacio: -vi como Gustabo cogió sus cosas y salió de la habitación, yo aproveche para hacer la cama y preparar mis cosas para también ducharme cuando acabara Gustabo-

Gustabo: -salí del baño y me dirigí a la cocina a preparar el desayuno para los dos, saqué de un pequeño armario dos tazas y de un cajón unas cucharillas, saqué de la estantería el café y el ázucar y empece a prepararlo con tranquilidad, mientras lo calentaba me pare a mirar por el pequeño ventanal del apartamento, me sentía libre cuando miraba aquellas vistas, no eran espectaculares ya que para un apartamento como el nuestro no daría para tanto, pero no me importaba eso, me sentía libre al mirar por ahí, hasta que de pronto sonaba ese pitido que tanto odiaba del microondas, indicándome que ya estaban los cafés, volví hacia la cocina y saque los vasos con café del microondas, los puse en la mesa y abrí la nevera para sacar la mermelada y de otro armario saqué el pan bimbo para así preparar un desayuno normal-

Horacio: -después de escuchar a Gustabo salir del baño decidí coger mis cosas e irme también a duchar y a hacer mis cosas, me arregle aquella hermosa cresta que llevaba y me vestí con mi ropa, un poco cantosa pero que a la vez me encantaba y me hacia sentir yo mismo, cuando salí del baño pude divisar a Gustabo en la mesa de la cocina esperándome para desayunar con dos platos y dos vasos puestos en la mesa-

Gustabo: Ya era hora cabrón, vaya pintas que me traes. -solté una carcajada al verle-

Horacio: Esta cresta no se levanta sola. -le miré mientras me ponía las manos en la cintura con una pose de ''héroe''-

Hermanos sin padres (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora