"Fragilidad entre mis pensamientos."

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Te levantas, te diriges hacia el baño, miras tu reflejo en el pequeño espejo que se encuentra colgado que parece poco notorio a la vista de cualquiera. Miras tu rostro, piensas, ¿por qué?, no lo sé, jamás hay suficientes explicaciones lógicas para aceptar nuestra inservible realidad y existencia en este mundo, a veces, a veces siento que ya nada tiene sentido, que todo carece de credibilidad, que carece de respuestas, mi pensar, todo se inunda, el charco se vuelve grande, tal vez me ahogue en el, tal vez me desvanezca, tal vez solo sea fatiga, no siempre es irrelevante nuestra realidad que apenas es visible a los ojos de algunos,  ¿es verdad que has sentido eso? ¿es cierto que pronto perecerás? No estoy completamente seguro de todo esto, nunca lo estuve, hay pocas cosas que tienen significado para mi, vivir en una realidad que no es real, es como una de esas películas, donde el antagonista es odiado e incomprendido, es que todo esto es solo una simple obra de ficción, donde la única cura que existe disponible es el deseo de llevarse una cuchilla al cuello y realizar una pequeña incisión para que tu garganta se sumerja en un infinito lago de líquido rojo. Hay deseos tan inciertos, desear llevarse una soga al cuello, colgarte desde lo mas alto de tu deprimente realidad y flotar al sentido contrario, ver y suponer que todo finalizó, para ti, hay deseos incomprendidos como el deseo de llevarse un arma al cráneo y disparar ¡boom! Haz dado el golpe final, habrá miles de lugares que podrás visitar, después de todo el parásito que habita en ti ha muerto, ha dejado de alimentarse de ti, de tu fragilidad, de tu vulnerabilidad, de tus lágrimas. Tu cuerpo yace en un campo, en paz, recibiendo todo lo esencial, recibiendo todo lo que nunca recibiste cuando aún vivías, nada de lo que esta a tu alrededor es tuyo, nunca lo fue, jamás lo será, descansa pequeño, tu alma ha sido purgada, tu parásito ha muerto, los intrusos se han ido, los sentimientos se han extinguido, todo ese dolor agonizante se ha esparcido, eres como arena en una playa, el agua en algún momento te llevará hacia la calma que necesitabas, que nadie entendía.

Melancolía (Parte I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora