⚜️ Edan ⚜️

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Al llegar de la escuela, mi madre estaba en la parte trasera de la casa, me acerqué a ella para saludarla con un beso en la mejilla, tenía sudor por todas partes, estaba arreglando sus plantas, no le ofrecí ayuda porque ya sabía que no la aceptaría, me pide ayuda para todo lo que necesite, misma que sin duda le doy, pero menos para eso desde aquel día en que rompí su rosal al ver una tarantula colgando del tallo, así que mejor subí a mi habitación después de desearle suerte.
Cuando terminé la tarea, quise recostarme un poco en mi cama, puse en mi teléfono algo de Crystal Castles y sin darme cuenta me quedé dormido.
La música se había detenido ya hace varias horas atrás porque la  batería ya era poca ya que la había gastado en la escuela, parece que estaba descansando muy bien, fue un día agotador, el reloj de pared que tenía en mi habitación ya marcaban las 2 de la mañana con unos cuantos minutos.
Mi cabello estaba revuelto como solía verse y creo que estaba temblando un poco por el frío que se posaba en la habitación, seguro hubiera podido seguir durmiendo unas cuantas horas más si no fuese por el tremendo ruido que se escuché, tan fuerte que seguro se había escuchado por toda la casa, este mismo me hizo despertar de inmediato con un poco de sobresalto, lo escuché bastante bien a pesar de estar dormido, aunque no supe que lo había generado.
Intenté encender mi teléfono pero este no cedía, comprendí por o después que era por la batería, así que mejor lo hice a un lado, me levanté y me senté en una esquina de la cama, me pasé las manos por la cara pasandolas después por mi  cabello, estaban frías, estaba dispuesto a ir a echar un vistazo, cuando me agaché para tomar mis botas, el sonido volvió a escucharse, pero ahora más fuerte, dejándome un poco más helado y quieto por el asombro. Decidí pararme sin más a pesar del miedo que me rodeo en el momento, me acerqué a la puerta y puse una de mis manos en la manija de la puerta, la giré con suma delicadeza y cuando estuvo bastante abierta como para que pudiera salir, asomó la cabeza y miré por el pasillo, estaba bastante oscuro, de un lado se encontraban el baño y la habitación de mi madre y abuela, y del otro lado estaban las escaleras; me quedé mirando un rato para ver si el sonido se volvía a escuchar, pero no hubo respuesta, supuse que  tal vez habían sido los vecinos, a menudo suelen tener reuniones y fiestas, sin embargo, no tan tarde...
Pensé entonces en regresar a la habitación, pero antes quería ir al baño, cuando llegó de la escuela lo único que hice fue dormir, iba a medio pasillo, mis pasos eran bastante flojos, bostece un poco cerrando los ojos, aún estaba somnoliento, cuando los abrí me quedó quieto mirando algo que me dejo atónito.
Alguien había salido del baño y con suma calma pasó a la habitación de mi madre que se encontraba abierta, al principio pensé que había sido ella o la abuela, pero ellas son mujeres y ese alguien era un hombre.
Él ya había entrado a la habitación, no tuve el valor de ir a la habitación, a pesar de parcer fuerte por fuera, no tenía ni fuerzas para correr; lentamente y tentando la pared regresé a mi habitación, y con sumo silencio cerré la puerta poniendole el pasador.
Ya dentro de la habitación, me quedé muy quieto,  no podía pensar en otra cosa más que aquel hombre fuera un ladrón, rápidamente fuí por mi teléfono e intenté llamar al 911 pero recordé que ya no tenía batería,  confieso que me asusté bastante, no tenía idea de que hacer, entonces pensé aquél ladrón podría venir a mi habitación,  recordé que mi bate de baseball que tenía en mi clóset,  rápidamente fuí al closet y con una sonrisa lo tomé, me levanté para ponerme en frente de la puerta.
No se escuchaba absolutamente nada, entonces acerqué el oído a la puerta, intenté escuchar algo, pero, nada, no se escuchaba nada, me aparté de la puerta y la miré por unos segundos, después tres golpes bastante fuerte se escucharon provinientes de detrás de la puerta, me sobresalté y tomé con mucha más fuerza el bate.

—¡Es mejor que te vayas de mi casa ahora mismo, la Policía ya viene y tengo una arma apuntando directamente al centro de la puerta, intentas abrirla y te juro que vas a volar en pedazos!— le grité mientras que con todas mis fuerzas tomé el bate y apuntaba hacía la puerta.

Silencio, nadie respondió, esperé unos cuantos segundos antes de dar un paso hacia la puerta, quería ver si aquel ladrón se había hido, pero lamentablemente no pudo dar uno más, una bala atravesó la puerta incrustandose en medio de su estómago, Edan calló al sueño y lentamente la sangre empapaba la alfombra de su habitación, sus ojos se llenaron de lágrimas y lentamente se hiba todo se tornó oscuro...
Edan se levantó rápidamente de su cama, estaba empapado en sudor, todo había sido un sueño, hizo a un lado las cobijas y se levantó, salió corriendo de su habitación para bajar por las escaleras y llegar a la cosina,  con un poco de torpeza y miedo brió su nevera, soltó un suspiro y se dejó caen el la loseta, junto sus manos de una manera para orar, miró al techo, cerró los ojos, y le dio gracias a dios de que el cuerpo de su abuela siguiera intacto y congelado.

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⏰ Última actualización: Sep 17, 2020 ⏰

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Sueños Enfermos️ ( Edan )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora