Querido David - Camren [Traducción]

Capítulo 1

- Amigos. - Grito llamando la atención de todos los que estaban conmigo en ese bar festejando quién sabe qué - ¡La próxima ronda va por cuenta de Gina! - Señalo a mi amiga que levanta una ceja y se ríe.

- Lauren, bastarda. Me las pagaras. - Responde en voz alta para que pueda escucharlo debido a la conmemoración de la gente en la mesa.

- No te enojes, gatita. Es una revancha por lo de la última vez. - Guiño hacia ella antes de tomar un sorbo de mi cerveza.

Había casi quince personas en la mesa. No conocía la mayoría, no sabía por qué estaban celebrando, pero Gina me dijo las siguientes palabras: bebida barata y personas solteras. Fue la culminación para que yo comenzara a prepararme para encontrarme con ella en una hora frente al bar en el que estábamos.

Horas más tarde estaba en el apartamento de una colombiana llamada Penélope. Después de que quedáramos sudadas y cansadas, seguí acariciándola hasta que se durmió y pude ir a buscar algo para beber o comer. No era que porque siempre me iba a la cama con alguien diferente que yo era una gran idiota y estúpida que no recordaba el nombre de la persona al día siguiente ni me iba después de ella dormir. Al contrario, siempre hice todo lo posible para que la persona se sintiera especial, desde las caricias después del acto hasta el desayuno en la cama antes de irme. Por supuesto, siempre dejé en claro que solo quería algo casual.

Me consideraba la persona más romántica no-romántica ya existente por ser romántica con mis parejas, pero nunca lo suficientemente romántica como para intentar entablar una relación. ¿Esto es confuso? Espero que no.

Regreso a la habitación de Penélope después de un bocadillo rápido y me acuesto a su lado, me cubro y me duermo rápidamente. Cuando me despierto, veo a Penélope mirándome confundida y frunzo el ceño.

- ¿Buen día? - murmuro.

- Pensé que te habías ido. - Se río torpemente y yo bostezo.

- Pido disculpas pero me di la libertad de dormir aquí, espero que no te importe. - Llevo mi mano hasta su brazo y lo acaricio.

- No, por supuesto que no me importa. Pensé que te habías ido porque te oí salir anoche.

- Fui a comer algo, estaba hambrienta. - Hago una mueca y ella se ríe suavemente.

- Prepararé algo para comer. Hay un cepillo de repuesto en el baño. - Asiento con la cabeza antes de que ella se levante mostrando su desnudez.

Penelope se inclina para recoger mi camisa y la viste. La blusa no era tan grande, le llegaba hasta la mitad del culo y no parecía importarle. Al salir, cierra la puerta dejándome solo en esa enorme habitación.

Miro el reloj en mi muñeca y abro mucho los ojos al ver eran las nueve en punto.

- Mierda. - Murmuro saltando de la cama y empiezo a buscar mi ropa.

Tenía una reunión en cuarenta minutos para arreglar los detalles del próximo evento que iba a fotografiar y no podía llegar tarde.

Después de lavarme los dientes, salgo de la habitación con solo un sostén y me dirijo a la cocina.

- Oye, ¿puedes devolverme mi camiseta? - Pregunto agitada haciendo que la pelirroja me mirara confundida.

- ¿No vas a desayunar? - Levanta la sartén que tenía dos huevos adentro.

- Lo siento, tengo un compromiso. - Penelope suspira y se quita la blusa y me la entraga volviendo a estar desnuda - Dejé mi número en tu escritorio, la próxima vez desayunare. - Me pongo la blusa y me acerco a ella ignorando su desnudez, beso su mejilla y ella sonríe.