Querido David - Camren [Traducción]

Capitulo 34

- Lauren, no puedo. - Dice Camila finalmente al ver que la desesperación apoderarse de los ojos verdes - Isabella y yo tenemos una vida aquí, no podemos dejar todo. Tengo un trabajo.

- Eres mesera. En Nueva York puedes ser otra cosa, una mujer de negocios, no lo sé. - Dice con tono desesperado dejando caer la caja sobre la cama.

- No lo entiendes, no tengo dinero para mudarme a Nueva York. No tengo condiciones financieras. - Explica rápidamente tratando de calmar a la mujer que estaba a punto de llorar por la desesperación que sentía - Si no fuera porque mi ex marido compró esta casa justo antes de morir, probablemente viviría con Isa en alguna choza.

- Pago por todo. Pago los pasajes, compro una casa para nosotras y todo lo que quieras.

- Lauren, no tienes dinero. - Su voz se vuelve temblorosa también.

- Tengo dinero en el banco, el dinero que me dejó Lawrence. Puedo vender esa casa, debe valer mucho... Con eso, ya tendremos dinero para comprar una casa o un departamento grande. Camila, por favor. - Lleva las manos al rostro de la mujer y lo sostiene con cuidado, como si fuera una piedra preciosa

- No puedo dejar que vendas la casa que te dejó tu hermano. - Dice sabiendo que daría inicio a una discusión pero eso no pasa, solo una lágrima cae de la mejilla de Lauren.

- Odio esa casa. - Dispara - Toda esa mierda me recuerda a Lawrence, no me siento bien ahí. Llevo meses viviendo allí, todo está igual que cuando llegué, no puedo cambiar nada que siento que estoy invadiendo la privacidad de mi hermano. - Respira hondo - Me tomó meses solo poder cambiar el fondo de la computadora de la oficina.

- ¿De verdad? - pregunta sorprendida por la revelación.

- ¿Por qué crees que duermo aquí tan a menudo? - Sus hombros caen y suelta el rostro de Camila.

- Lauren, no sabía que te sentías así. - Suspira y Lauren niega con la cabeza secándose la lágrima que le corría por la cara.

- Quiero empezar una nueva vida, una vida contigo. - Murmura mirando fijamente los anillos que caidos en el colchón.

Ambos están en un incómodo y triste silencio, la cabeza de Camila comienza a trabajar demasiado rápido, más rápido de lo que podía imaginar.

Empieza a repensar su vida. Como se movía por la razón, siempre la salvó de estupideces pero también la privó de varias cosas, desde su adolescencia.

Poco después, el recuerdo de su exmarido, Tom, le decía que algunas veces deberia dejarse llevarse por las emociones o se convertiría en una vieja aburrida de treinta años. En ese momento, mira a Lauren viendo a la mujer con la cara roja indicando que aguantaba el llanto, su corazón se rompe al ver eso y un torrente de adrenalina mezclado con sentimientos comienza a correr por sus venas, Camila no pensó en nada más cuando tomó uno de los anillos y lo deslizó sobre su dedo anular

- Entonces comencemos una vida juntas. - Dice con confianza al ver que una sonrisa rasga los labios de su mujer y sus ojos claros comienzan a brillar.

En una fracción de segundo, Lauren se arrojó sobre Camila y la abrazó con fuerza con un suspiro de alivio. Unas pocas lágrimas brotaron de sus ojos pero no se lo dejó saber a Camila.

- Sabes que es un pedido de noviazgo y no una propuesta de matrimonio, ¿verdad? - Pregunta Lauren riendo, sintiendo a Camila acariciar su cabello mientras la presiona contra su cuerpo. No quería estropear la próxima sorpresa en unos meses o incluso años.

- Pedido de noviazgo o matrimonio, no me importa. Lo que importa es que estaré contigo. - Hunde su rostro en la curva del cuello de Lauren e inhala su perfume.