Capítulo 3

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Desde que tengo memoria, siempre han sido Lauren y Lawrence o Lawrence y Lauren. Nunca fue solo Lawrence o solo Lauren. Ambos éramos una dupla inseparable y cómplice. Lawrence lo era todo para mí.

Todavía recordaba que en la graduación de la escuela secundaria, mi cita me había cancelado y Lawrence se había propuesto despedir a su cita para acompañarme. Esa noche bailamos, hicimos bromas y jugamos entre nosotros.

En la mayoría de los momentos más importantes de mi vida, Lawrence estuvo allí. Apoyándome y siendo un hombro para que llore si es necesario.

Pero todo eso había terminado y todo se vino abajo en mi cabeza cuando recibí una llamada a las siete y veinte de un jueves por la mañana. El policía del otro lado de la línea informó que mi hermano y su esposa habían tenido un accidente grave, y ambos habían muerto en el acto.

Mi hermano murió.

Segundos después de la noticia, ya estaba corriendo al baño y vomité todo lo que había comido la noche anterior, luego lloré. Lloré como no lo había hecho desde que murieron mis padres. Puedo arriesgarme a decir que lloré aún más.

Mi pecho ardía como fuego, me dolía la cabeza y solo podía llorar de desesperación. Sentí que me habían destrozado sin culpa ni piedad. Sentí como si me hubieran sacado una parte de mí y, de hecho, así fue.

Un maldito borracho me quitó a mi hermano.

Lawrence y Elizabeth habían ido a celebrar su décimo aniversario. En el camino de regreso, una camioneta año 2016 golpeó el auto de mi hermano de frente, la fuerza fue tan fuerte del impacto que el auto quedó irreconocible después del accidente. Los tres murieron instantáneamente.

El funeral de Lawrence Matthew Jauregui Morgado tuvo lugar dos días después. No hubo muchos familiares en el funeral, pero sí muchos conocidos. Ni siquiera podía inclinarme sobre el ataúd y llorar su muerte porque su cuerpo estaba desfigurado y el ataúd estaba cerrado.

Ese mismo día lloré de nuevo al ver que el ataúd de mi hermano era depositado en la tumba. Y por primera vez, no tuve un hombro en el que llorar y dejé que el dolor se apoderara de mí.

Estuve inconsolable durante exactamente dos semanas hasta que recordé las palabras de Lawrence diciendo: "Si alguna vez muero antes que tú, no quiero que llores. Quiero que levantes la cabeza y sigas adelante. Siente el dolor del luto, pero no permitas que el te consuma de nuevamente y se fuerte. Te amo hasta el fin del universo ". Y así yo hice, levanté la cabeza y me obligué a volver a mi rutina de trabajo, aunque tenía ganas de hundirme en la cama y no irme nunca.

[…]

Sostengo la foto en la que Lawrence me alzaba sobre su hombro. Llevaba su chaqueta del equipo de fútbol y yo vestía mi ropa a rayas que solía usar. Teníamos una sonrisa en nuestro rostro y cuando menos me di cuenta, las lágrimas corrían por mi mejilla nuevamente.

Me estaba sintiendo sola. Mis amigas no se presentaron para tratar de ayudarme o preguntarme si estaba bien. Ginny me había enviado un mensaje de texto invitándome a beber y cuando dije que no estaba de humor, me dijo: "Lástima, te llamaré la próxima vez. Si necesitas algo, estoy aquí" y colgó.

Ahora estaba tirada en el suelo de mi apartamento, con la foto en la mano y una botella de refresco a mi lado. Sabía que a Lawrence no le gustaría saber que me estaba emborrachando y por eso opté por una bomba de azúcar.

No sé cuándo lloré hasta quedarme dormida abrazando esa foto, pero cuando me despierte me sentí peor que antes porque dormí en ese piso duro y frío.

Me dolía todo el cuerpo, mi cabeza palpitaba de tanto llorar hace horas atrás, mis ojos estaban hinchados y con grandes bolsas oscuras debajo de ellos.

Querido David - Camren [Traducción] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora