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Pov. Jungkook

Fuimos a comer y a ver algunas propiedades, me gustaron muchas pero una en especial, estaba casi a las afueras de la ciudad, tenía habitaciones grandes, una cocina amplia, de colores muy cálidos, quedamos fascinados con este y la compramos, firmamos los papeles y todo.

Los papeles de divorcio ya estaban en manos de Seulgi, según lo que me informaron. La casa en la que vivía ya estaba en venta, así que pronto ya no sería mía.

Taehyung y yo estábamos muy contentos con lo que no estaba pasando, le contamos todo a sus padre y nos felicitaron.

- me alegra que todo les esté yendo tan bien. Te encargo a mi querido hijo, pero si le haces daño  ya sabes lo que te espera - hablo firmemente el señor Kim. Trague en seco e inmediatamente asentí la cabeza. Me hacia sentir nervioso cuando hablaba de esa manera, pero me tranquilice por completo cuando la mano de mi amado estuvo sobre la mía.

- papá lo está asustando - hizo un tierno puchero - si me deja será tu culpa, das miedo - le dijo a su papá.

- lo sé - afirme ante su padre - jamás me atrevería a hacerle daño, lo amo mucho y no lo dejaré  - sonreí y mire tiernamente a Taehyung.

- bueno... Todo bien entonces, ya es hora de cenar, vayamos al comedor - dijo levantándose del sofá mi suegra, acto que después copiamos todos.

- siii, vamos - dijimos en unisomo. Empezamos a comer, disfrutando la comida, ya que estaba muy delicioso.

Subimos a la habitación de mi hermoso novio, cerramos la puerta con seguro y lo abrace por detrás mientras él se miraba en el gran espejo de la pared.

- amor... - pegó su cabeza en mi pecho y me miró por el espejo.

- ¿sí? ¿Qué pasa cariño? - sonreí y  nuestras miradas conectaron a través del espejo.

- y-yo... Mmm.... - Se sonrojó, al parecer le daba un poco de pena - olvidalo - se volteó y escondió su cabeza en mi pecho.

- ¿Qué pasa? - solté una leve risa - dime, por favor - hice un tierno puchero.

- te lo diré después ¿ok? Y por cierto ¿cuándo nos mudaremos a la nueva casa? - levantó su mirada y con sus  manos rodeo mi cintura.

- mañana ya estaremos allá, hoy lo amoblarron y limpiaron, luego podemos ir a comprar nuestras cosas - lo apegue a mi sujetando su cintura.

- Está bien, pero creo que es suficiente, no es necesario que gastes tanto - sus ojitos estaban cristalizados.

- ¿por qué estas triste bebé? - pregunté, me partía el alma verlo así.

- porque... Yo no pude ayudarte en nada... Me hace sentir inútil - soltó un sonoro suspiro.

- ¿Qué? Claro que no, no eres inútil, es solo que yo quiero engreirte - Acaricie su mejilla delicadamente.

- Está bien, pero también aportaré en casa con lo que gane trabajando - al terminar la oración me beso. Cielos como amo sus hermosos labios, cerré los ojos y correspondi gustoso.

"Hay un tipo de amor que te hace creer que todo es posible, quiero que sepas que yo puedo sentirlo"

𝓐𝓶𝓪𝓷𝓽𝓮𝓼 ᏦᎧᎧᏦᏉ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora