Ese día solo se escuchaba la respiración de mi madre, solo podía pensar en eso, esa respiración continua y sencilla, pero que a la vez era una respiración que transmitía esperanza. No podía apartar mi mente de eso no podía parar de pensar en ella. Yo sabía que pronto desaparecería, que pronto dejaría de escuchar y que pronto todo seria silencio y no volvería a escuchar aquella respiración que me tranquilizaba.
Cuando se hizo de día todavía seguía escuchando en mi mente aquella respiración, pero sabía que eso solo había sido un sueño, un sueño precioso que se podía repetir pero no sería lo mismo.
Me levante y fui a la habitación de mi madre, me senté en su cama y recordé la veces que ella me decía que fuera fuerte, recordé las veces que ella me ayudaba y me enseñaba, no sé cómo pero acabe llorando.
De repente mire a la puerta y vi una sombra que me resultaba familiar, me limpie los ojos y aquella sombra desapareció; salí de la habitación y la volví a ver, esta vez en el pasillo, sin saber cómo acabe siguiendo a aquella sombra, me llevo a una puerta misteriosa en la que desde hace años no había entrado, giré el pomo para ver si se abría y la puerta venció; me asomé y vi unas escaleras hacia arriba, pero algo dentro de mi me decía que no subiera, que me quedara, que si seguía por ese camino acabaría mal, pero sin escuchar a aquella voz subí, y cuando me di cuenta ya estaba arriba , pero no se qué paso que acabé en el suelo.
A continuación, me desperté en una habitación blanca, tan blanca como la nieve, y no había nada, intente moverme pero no lo conseguí, mi cuerpo no respondía, intente gritar pero mi voz no sonaba, no pude más y me desmaye.
Cuando volví a abrir los ojos, me encontraba en la misma habitación pero esta vez sí conseguí diferenciarla; estaba en una camilla, no sabía que podía haber pasado pero allí estaba.
Intenté moverme pero mi cuerpo seguía sin responder, conseguí mover mi cabeza y mire a los lados, a un lado se encontraba mi abuela y al otro una imagen de mi madre, me quede mirándola, mirando su sonrisa, sus ojos profundos que me transmitía tranquilidad.
Me giré y miré a mi abuela, tenía los mismos ojos que mi madre pero no transmitían esa tranquilidad, transmitía una preocupación muy notable.
Mire detrás de ella y vi una ventana, una ventana mediana en la que se veían árboles grandes en los cuales no se veía su fin. Aquellos árboles eran gigantes y tan verdes con los ojos de mi madre, aquellos ojos que me transmitían calma, pero yo sabía que pronto aquella calma acabaría.
Volví a mirar a mi abuela y vi que me intentaba decir algo pero yo solo veía sus labios moverse y su mirada preocupada, pero sin poder saber lo que quería decirme. Yo la intenté decir algo pero mi garganta seguía sin responder, no sabía qué hacer; solo cerré los ojos y esperé, no sabía a qué, pero me quedé allí y esperé. Cuando volví a abrir los ojos, había muchos médicos a mi alrededor, los cuales decían palabras que yo no escuchaba, les miraba, pero ellos a mí no, solo estaban preocupados por mi estado, me tocaban, me movían me pinchaban, pero yo no sentía nada, solo pensaba que pasaría si en ese momento yo sintiera algo, si en ese momento yo escuchara y que pasaría si yo me levantara y saltara por la ventana y volara, que pasaría si...
Ahí en ese momento lo vi, un médico me miraba, me miraba fijamente a mí, sin prestar atención a los otros, sin prestar atención a nada, era como si solo estuviésemos los dos. Él cogió un papel y en él escribió algo, algo que sabía, pero que a la vez no, algo que cambiaría las cosas, algo que sabría porque aquel médico me lo diría. Cuando aquel médico me puso el papel en mi cara, lo leí, y lo leí tantas veces que me mareé.
Al abrir los ojos me encontraba en un lugar distinto, un lugar nuevo, era un campo, un campo muy verde, tan verde que veía a mi madre conmigo, un campo en el que se oían los pájaros, un campo donde se te olvidaba todo. Me levante y corrí, corrí tan rápido que pude sentir el viento en mi cara, tan rápido que casi podía volar; y ahí lo supe, que no era real, estaba en un sueño, un sueño único, un sueño como otros tantos, donde podía ser feliz , y en el que me podía quedar para siempre.
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BAJO ESA MIRADA
Mystery / ThrillerLa protagonista sufre una rara enfermedad y es llevada al hospital, allí todas la noches ve una sombra que la resulta familiar.