Antes de comenzar quiero aclarar que este one-shot no me pertenece, es una adaptación que quise hacer por parte de una historia que encontré llamada - Sugar Daddy-, ya tenía listo el one-shot simplemente que espere la autorización de el/la autor/a.
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Aquí les dejo su increíble perfil con demasiada variedad homokage
Sin nada más que decir, los dejo que continúen con su lectura, espero y les guste.
-One Shot-
-Y ahora, qué es lo que necesitas cariño?
Preguntó un apuesto azebache mientras rodeaba con sus brazos la delgada cintura de su rubio acompañante y se hundía en la parte trasera de sus pantalones.
El ojiazul presionó sus manos contra el pecho del mayor, resistiéndose lo suficiente para crear la necesidad de más.
-Por qué siempre es la misma pregunta cada vez que te veo?, No puedo solo venir y verte porque te extraño?
Preguntó el doncel sonando como si estuviese ofendido. El hombre solo se burló y continúo.
-Sé lo que es esto, Naruto. Te doy mi dinero y tú, tu compañía, así es como funciona.
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¿Un buen negocio? Esa es una forma realmente agradable de llamar a sí mismo a un Sugar Daddy
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Pensó el rubio sonriendo internamente. Queriendo dejar de lado el tema por parte del azebache, este mismo decidió enterrar su nariz en el terso cuello del doncel, inhaló profundamente queriendo que desaparecieran aquellos pensamientos que estaban a punto de arruinar su noche.
Al olfatear sintió algo cálido, un olor agradable, durazno. Se le hizo agua la boca, su lengua moría por probar aquel pequeño pedazo de carne. Con una sola probada estaba seguro de que le bastaría.
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-Tsk, Me haces sonar como si fuera una prostituta
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Sasuke reviró los ojos y el rubio se resistió de nuevo logrando así salir del agarre que lo tenía aprisionado hacía el ojiónix. Cruzó los brazos sobre su pecho e hizo algunos pucheros, tal y como le gustaban a su amante.
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-Jamás dije eso... -sin que el ojiazul se lo esperara, el azebache tomo uno de sus brazos- y te he dejando en claro que no me gusta que me llames así- su voz era severa y regañona-
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Bien. Hay una mirada friolenta en los ojos de Sasuke, algo primordial y profundamente arraigado que Naruto reconoció.
